Un momento íntimo que se inmortaliza en un video puede generar placer entre los participantes o convertirse en una pesadilla si este llega a ser difundido por terceros. A mediados de julio se convirtió en viral el audiovisual sexual de dos personajes de la farándula ecuatoriana. Aprovechándose de la situación, usuarios en redes sociales criticaron fuertemente a los involucrados. 

Mensajes que destilaban odio en cada letra fueron inundados en las cuentas de la actriz que vio su salud mental. A través de diversos medios ecuatorianos, la joven aseguró que se le pasó por su mente "acabar con mi vida". Estos pensamientos serían comunes en las víctimas de estos casos, afirma Naja Yunez, psicóloga clínica y de la salud.

“Las chicas se sienten muy mal porque empiezan a ser juzgadas de una forma tan negativa que al no poder lidiar o contar con el apoyo con su familia es como una salida muy impulsiva”, detalla Yunez.

“¿Qué van a pensar las demás personas?” Es la pregunta que atormenta a quienes son víctimas de la violación de su intimidad. Aunque el afectado no tenga la culpa de lo que está ocurriendo, por lo general, suelen creer que es su culpa y empiezan a sentir que serán catalogados con una etiqueta negativa con la que tendrán que vivir el resto de sus vidas. La ansiedad que se crea genera que no quieran salir de sus casas y que tampoco puedan relacionarse con otros por el miedo al qué dirán.

Según la especialista consultada por EXTRA, las víctimas suelen presentar graves daños en su salud emocional generando un mar de pensamientos negativos que se exteriorizan en síntomas físicos. 

Estas situaciones deben ser tratadas con especialistas en psicología para que ayuden a guiarlos y así puedan perder los pensamientos negativos mientras recuperan el optimismo. En el proceso también debe participar la familia de las víctimas debido a que la filtración de videos o imágenes sexuales también afecta el lado emocional de los seres queridos.

¿Cuáles son las acciones legales que puede tomar la víctima?

Hernán Ulloa, abogado penalista con 21 años de experiencia, opina que este tema no ha sido tratado con minuciosidad por los legisladores. “Existen vacíos en los cuales, mucho de los casos que se han difundido videos con contenido sexual de las parejas no acaba con alguna sanción, porque es un acto atípico”, explica.

Ante la vulneración de la intimidad, según el especialista en jurisprudencia, las víctimas pueden presentar una denuncia basándose en el artículo 396 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), donde se establece que las personas serán sancionadas con una pena de 15 a 30 días cuando profiere expresiones en descrédito o deshonra en contra de otra.

En el caso de que el video o imagen sea subido en una plataforma web o redes sociales sería muy difícil que los afectados pueden reclamar la baja del contenido. 

“Son servidores que se encuentran en otros países, donde no existen restricciones, ni prohibiciones respecto al tipo de contenido. Un juez o fiscal se verá en la imposibilidad en una compañía para que se solicite que se baje el video”, finaliza Ulloa. La solicitud se podría realizar a través de una asistencia internacional, no obstante, esto demandaría mucho tiempo y altos costos.