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Cuidado. Hay enfermedades que se desarrollan por el exceso de la limpieza.Freepik

Toc, una reacción recurrente

Si te estresa ver una arruga en la cama o una mínima basura, ¡cuidado!, podrías sufrir de este trastorno

Tener todo en orden, la ropa doblada y las estanterías así como los pisos relucientes, es algo que cualquiera anhela al llegar a casa, pues transmite una sensación de calma. De hecho, en redes sociales abundan los videos que ofrecen recomendaciones para mantener un hogar impecable.

A muchos de los que aman el orden se los suele tachar de obsesivos compulsivos, una expresión que no siempre es correctamente utilizada, explica el psicólogo clínico Sebastián Robalino, especialista en el tratamiento del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). A criterio del profesional, entre todas las personas que se afanan por el orden, solo unas pocas sufren en realidad de esa condición mental.

Ese reducido grupo ha vivido alguna situación que le afectó profundamente y le generó ansiedad. El tema alcanza otra dimensión cuando esa ansiedad llega a un grado tan alto que se libera en forma de compulsiones, como limpiar una y otra vez la casa.

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Mitos

- El afán por el orden es sinónimo de TOC. No necesariamente. No es lo mismo ser perfeccionista que sufrir de TOC. Además, si bien la preocupación por el orden es uno de los ‘síntomas’ más sonados, no es el único. Las compulsiones se pueden manifestar de diferentes formas, como el lavado de manos excesivo, el uso del mismo lápiz siempre, entre muchos otros.

- Si así se calman, hay que dejarlos. Hay personas para las cuales limpiar y arreglar es relajante. Pero para quienes padecen de TOC es perjudicial. La ansiedad los lleva a pensar que si no lo hacen, algo va a ocurrir, o se sienten enfermos.

- Se puede controlar fácilmente. Esto solo ocurre cuando el paciente descubre el padecimiento desde el inicio. Pero si lo sufre desde hace tiempo, el especialista Robalino explica que requiere de un psicólogo que lo ayude con un tratamiento profesional.

Así se ve

Entre sus rasgos están los pensamientos atacantes y repetitivos. Los magnifican y no toleran la incertidumbre. Además, los detalles más pequeños son una preocupación excesiva, que viene acompañada de reacciones emocionales extremas. Quien sufre de TOC necesita constantemente confirmar que lo que ha hecho está bien.

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