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Buena Vida

Las dos tinas naturales tienen diferentes dimensiones. Una es de un metro de diámetro y la otra de dos, aproximadamente.Yadira Illescas

Las tinajas del Río Anzú: Un refugio en medio de la montaña

Situadas en Mera, Pastaza, esta formación natural es milenaria. Hace una década era un secreto, pero luego le abrieron las puertas al turismo

C onocido como Las Tinajas del Río Anzú, este paraíso cubierto de vegetación, rodeado de riachuelos, que se oculta en medio de una extensa maraña de árboles y senderos, se ha convertido en un oasis de serenidad y encanto, en Mera, Pastaza.

Para descubrirlo se necesita querer explorar y sobre todo, caminar. Es una de las maravillas naturales ancestrales, pero poco conocida para el turismo en ese sitio amazónico que está entre Baños de Agua Santa (Tungurahua) y Puyo (Pastaza). El lema es ‘Donde empieza la vida’.

El carro que transporta a los turistas se queda aproximadamente a una hora de donde está situada esta maravilla de la naturaleza. Durante la travesía a pie aparecen pequeños riachuelos, fango y trayectos inclinados en medio de los peñascos.

El recorrido por la montaña puede durar hasta una hora, depende de las destrezas de los turistas.Yadira Illescas

Cada minuto del viaje vale los sustos e instantes vividos, ya que es un lugar donde la belleza de su entorno se fusiona con la aventura.

Parque Nacional Los Llanganates

Héctor Conde, quien ha organizado a los guías locales, cuenta que las tinajas son dos tinas rocosas que se han formado producto del golpe del agua de la cascada del río Anzú, hace miles de años. Era un secreto bien guardado, que en menos de una década ha quedado al descubierto, al ser explorado y sus senderos acondicionados por las autoridades locales.

Las dos tinas naturales tienen diferentes dimensiones. Una es de un metro de diámetro y la otra de dos, aproximadamente, ambas desembocan en el río y están dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Los Llanganates, a 1.200 metros sobre el nivel del mar.

El alcalde del cantón, Gustavo Silva, resalta que están potenciando el turismo sustentable en el cantón aprovechando las reservas naturales.

"Las tinajas son dos tinas rocosas que se han formado producto del golpe del agua de la cascada del río Anzú, hace miles de años", guía Héctor Conde. 

Existen 15 guías certificados, quienes conducen a los visitantes por esa ruta sin que pasen sobresaltos con los custodios de la selva, cuyas especies están en medio de la espesa montaña.

Rubén, otro de los guías, asegura que una de las recomendaciones es no salirse de los senderos. Aunque el recorrido puede ser extenuante, la sinfonía del trino de las aves y el susurro melódico del río junto al aire rozando el follaje de los árboles, acarician los sentidos y tranquilizan el alma. Introducirse en las tinajas y zambullirse en sus aguas cristalinas resulta una experiencia inolvidable.

Detalles

Cómo llegar

Desde Mera se debe llegar a la Colonia 24 de Mayo y de ahí cruzar un puente sobre el río Alpayacu, se avanza un kilómetro más y está el sendero que da inicio a la aventura.

Recomendación

Es mejor solicitar un guía local para evitar extraviarse por la montaña y ser sorprendido por alguna especie silvestre. Puedes tomar contacto con la asociación de guías locales o con Héctor Conde: 0995114645. Si te gusta la aventura, esta es una excelente opción.

Infaltable

Llevar botas de caucho, una muda adicional de ropa, alimentos para el refrigerio, tener fundas plásticas para el celular y otros objetos, porque se pueden mojar. El clima es muy inestable. El traje de baño es indispensable para disfrutar de las aguas que caen en las tinajas de piedra.