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Ponen ‘papelito’ a la ‘joya’ de Montecristi
La torre de la iglesia fue una de las estructuras afectadas por el terremoto de abril de 2016
Con una enorme maquinaria se llegaba a la parte alta de la torre de la Basílica de la Virgen de Monserrat y con ella se retomaron los trabajos de reparación del emblemático templo del cantón Montecristi, en la provincia de Manabí, el cual quedó afectado por el terremoto registrado en abril de 2016.
Desde la casa parroquial se informó que los arreglos se iniciaron entre agosto y septiembre de 2019, pero estos se suspendieron durante el paro nacional de octubre de ese año. Después se presentaron otras situaciones puntuales y a ello se sumó la pandemia.
En marzo se retomaron aquellas reparaciones y con el equipo mecánico se procedió a montar una estructura de hierro. Luego viene el recubrimiento, se explicó desde la emblemática Basílica Menor, situada junto a la plaza Alfaro.
Posteriormente, según comentó el vicario parroquial, se trabajará en la pequeña cúpula y se espera que a finales de julio e inicios de agosto sea entregada e inaugurada la obra.
HACE MÁS DE TRES SIGLOS
La Basílica de la Virgen de Monserrat es una de las edificaciones más emblemáticas de la provincia de Manabí. Sus orígenes datan del año 1698, cuando una estructura de caña y madera era el centro de romerías en esta localidad.
En un texto del investigador Enrique Palacios Zambrano se recogen diferentes fases de esta emblemática edificación y entre ellas se menciona que el 20 de mayo de 1842 se produjo un dantesco incendio que consumió 95 casas, incluso el templo. Valiosas prendas ofrendadas a la Virgen se perdieron por acción del fuego en aquel entonces.
Después de este desastre levantaron otra casa de oración, pero en abril de 1864 el primer obispo de Portoviejo, monseñor Luis de Tola y Avilés, dispuso demoler la estructura para reemplazarla por una de madera.
OTRAS RECONSTRUCCIONES
Pasaron décadas cuando aquel templo volvió a pasar por una fase de reconstrucción. En el texto de Palacios se menciona que desde Alemania se trajeron tejas de latón laminado para el arreglo del tumbado.
Pero el moderno santuario de la Virgen de Monserrat que vemos actualmente, de cemento y mármol, fue ideado en 1950 por el párroco de Montecristi, el sacerdote esloveno Emil Palcic Misic, a quien creían “loco” porque pensaba hacer la iglesia de hierro.
Al levantar esta edificación, el religioso “se convierte en pionero, en Manabí, en la construcción de iglesias de cemento armado. Años más tarde se construyeron la iglesia de la Merced en Manta, Jipijapa y así sucesivamente”, resume el autor, que también recogió una obra sobre la vida y obra de monseñor Emil Palcic Misic.