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Familia
Pilas: acompaña con los adultos mayores
Los adultos mayores son vulnerables, pero no inútiles. Ellos pueden hacer desde ejercicios suaves hasta ayudar en casa. Que el distanciamiento que experimenten sea físico, no afectivo.
Su vulnerabilidad los ha llevado al aislamiento dentro del grupo familiar y de la sociedad. Hay quienes se han adaptado porque son ‘caseritos’, pero... ¿qué pasa con los ‘patacalientes’ o los que se resisten a permanecer en casa? Algunos salen porque se sienten solos, porque su familia está con ellos, pero no les prestan atención, señala la psicóloga Carolina Mosquera, quien afirma que también existen los testarudos, los que salen sí o sí. “Con ellos hay que llegar a acuerdos. Decirle yo te acompaño al lugar que quieres ir”, sostiene la experta.
Su colega, Sasha Tito, directora del centro gerontológico Vida Plena, asegura que la estabilidad emocional del ser humano ha sido afectada con la pandemia, pero que la tercera edad ha sido la más golpeada. “Se puede visualizar con más frecuencia adultos mayores con problemáticas psicólogicas y emocionales. Una población con mayor deterioro cognitivo y/o con un índice alto en síntomas de depresión, ansiedad y cambios de humor drásticos”, indica.
Por eso recomienda estimularlos física y mentalmente, ya que esto puede alargar el tiempo de independencia. Si empieza a presentarse el desgaste cognitivo y físico, pueden decaer de forma abrupta.
Las actividades pueden variar, dependiendo de los recursos que tenga cada hogar. Y las áreas que se tienen que trabajar es la memoria, orientación y atención.
No los infantilice
Tratar al adulto mayor como si fuera un niño puede considerarse una forma de violencia, una manera de minimizarlo y hacerle sentir inferior. A este fenómeno se lo conoce como infantilización. “Es probable que el abuelito esté disminuido física y/o mentalmente, pero caer en el trato infantilizado puede afectar su autoestima y una vez que esta disminuye, se puede llegar a la depresión, manifiesta Tito.
EXTRATIPS
- Busca contactarlos con sus seres queridos, esto es vital para su salud emocional. Las videollamadas ayudan, pero si no cuentas con tecnología vuelve a las cartas o solo cuéntale cómo están sus familiares y amigos cercanos.
- Trata de que estén activos, física y mentalmente, pues esto da paso al cambio de pensamientos negativos a positivos. Haz que desarrollen rompecabezas, sopa de letras, etcétera.
- Averigua o recuerda qué le gusta hacer y ejecútalo. Si le gusta la música, que escuche a su artista favorito o baile. Si borda, cómprale hilos y agujas; juntos rieguen las plantas o creen un huerto familiar, entre otras actividades, pero lo fundamental es que disfrutes de ese tiempo con ellos. Ayúdale a buscar proyectos personales y familiares, estos fortalecen la resiliencia.
- Evita que permanezcan en posiciones de descanso (acostado o sentado) por períodos prolongados. Que se levanten cada dos horas, sus principales sistemas se lo agradecerán (osteomuscular, cardiocirculatorio y neurológico), expresa el doctor Andrés Arce, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Medicina del Deporte (SEMD).
- Procura que tengan una rutina física de lunes a viernes. Caminar alrededor de la mesa del comedor o por un pasillo; sentado o de pie mover su cabeza de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha; sentarse y cruzar una pierna sobre otra y mantenerla en esa posición por 10 segundos, que alterne ambas. Cada ejercicio puede hacerlo hasta donde ‘jale’.
- Pilas con la respiración, también hay que entrenarla. Esta estimula la ventilación pulmonar, activa la musculatura respiratoria y los relaja. Que inhalen y exhalen lenta y profundamente; que soplen un globo o empañen un espejo.