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Nutrición

Lo primero que debes revisar es la lista de ingredientes, no solo el semáforo nutricional.Pixabay

¡Ojo con la 'jama' enlatada, lee bien sus etiquetas!

Leer lo que dicen antes de consumir el contenido de las latas ayuda a tu salud. Lo primero que debes chequear es la lista de ingredientes

¿Cuando vas a comprar a una tienda o  supermercado, lees las etiquetas de los productos que vas a adquirir y comer? Mínimo que solo revisas el semáforo nutricional o la fecha de caducidad, pero lo aconsejable sería ojear también  las porciones y calorías, y lo esencial: los ingredientes.

“Al ver el semáforo, únicamente se aprecia tres indicadores de tres categorías, algo que es generalizado y omite datos importantes”, indica Mayumi Ruiz, licenciada en Nutrición, Dietética y Estética. 

El nutricionista y tecnólogo alimentario español, Aitor Sanchez, afirma que muchas veces esta información hace creer que un producto es más sano de lo que en realidad es. Señala ‘bajo en grasa’, pero no sobresale qué tan alto es en azúcar. Desde el punto de vista nutricional, no da una información muy fiable y rigurosa.

Ruiz opina que más que datos reales y nutricional, se trata de un marketing para comercializar algo más rápido.

Sobre los ingredientes, por lo general se escribe primero el de mayor presencia en el alimento y al final el de menor.

Lo ideal es ingerir alimentos frescos y naturales, sin etiqueta: en resumen frutas, verduras, entre otros alimentos. Tú puedes ver sus características: tiene buen color, olor, ‘pinta’, etcétera. Y prepararlos en casa (jugos, salsas y más.), para no consumir demasiados productos procesados, cuya materia prima ha sido modificada.             

'Pela la pepa'

  • Guíate con estas medidas diarias. En fibra de 25 a 30 g, en sodio menos de 2.300 mg, en azúcar 25 g y en grasas entre 44 y 76 g (evita las trans y come las monoinsaturadas: aceite de oliva, almendras, las poliinsaturadas: omega 3, 6; y las saturadas en un 10% : carnes, lácteos, etc.). Estos valores están basados en una dieta de 2000 calorías. Pueden variar según el peso y requerimiento de la persona.
  • Distingue entre ‘fecha de expiración’ y ‘consumir mejor antes de’. En la primera, si se pasa el tiempo hay peligro de intoxicación. En la segunda no. Para que lo entiendas mejor, el atún puedes tenerlo años (sin abrir) y saborearlo, pero este pierde su olor, su sabor, entre otras características. Si lo abres, cómelo pues se infecta de bacterias ambientales. 
  • Compara y selecciona. Así como contrastas los precios, haz lo mismo con los ingredientes, opta por el cereal con menos azúcar, degusta conservas de verduras bajas en sal, el chocolate con más concentración de cacao (si es más alto, mejor). Cuidado con las grasas y el sodio, pues su exceso aumenta la posibilidad de problemas cardiovasculares.