Su armario o repisa pueden acumular varios objetos que, a simple vista pueden significar ‘basura’, pero estos pueden ser considerados por otra persona como un verdadero ‘tesoro’, por lo tanto sáquele provecho financiero y véndalos.

En la ciudad hay un sinnúmero de alternativas de compra y venta de cosas usadas, que van desde juguetes, vestimenta, discos de vinilo, libros, entre otros.

Es cierto que no recupera la inversión inicial, pero sí un porcentaje, afirma la economista Chaterine Valdivieso, quien recuerda las cifras durante la emergencia sanitaria: “en el país se registraron de abril a junio 74.053 nuevos desempleos. La tasa de subempleo es de 17.9%, que representa 1’649.346 personas que realizan actividades en las cuales no reciben un salario básico”, manifiesta la experta.

‘Miti-miti’ en las ganancias

Viviana Carranza Ortiz hace 30 días reabrió su local de ropa usada, Estudio 529 ec, ubicado en Plaza Mayor. En ese tiempo ha logrado captar a 38 proveedores, nacionales y extranjeros. Tal es el caso de Juan (quien no quiso revelar su apellido), de 63 años, nacido en Salamanca (España), quien llevó una maleta con cerca de 40 piezas, pertenecientes a sus hijas y esposa. Él es tímido y no revela cuánto gana, solo dice “pa’ los cigarros”, debe de fumar mucho, pues ya de esta negociación van ocho años.

Su hermana Luisa (socia) recibe todo tipo de mercadería, desde aretes, carteras, pijamas, trajes de noche y de baño, ropa de niños, de todo, incluso afirman que les llevan los regalos que nos les gustó en Navidad.

¿Cuál es la modalidad que emplean? El proveedor les lleva mínimo 10 prendas (de preferencia que tenga una marca reconocida), que estén en buen estado. “Hoy me traen la mercadería de segunda mano y en dos semanas sale a la venta, la cual permanece en el local tres meses. Se hace un balance de lo que se ha vendido y se realiza el primer pago. Al segundo mes sale la prenda al 20% de descuento. Y al tercer mes, sino se vendió se hace la devolución de la misma. En todas las ventas siempre es el 50% lo que gana el proveedor. Ganamos todos”, cuenta Viviana.

De la música también se vive...

Esa es la mentalidad de Ángel Molina, creador de la tienda online ‘El puestito musical’. No es ni cantante ni músico, pero hace cinco años compra y vende cds, cassettes y discos de vinilo, les da una segunda oportunidad y los consigue en varios puntos del país, incluso fuera de él.

Revela que los precios varían y puede llegar a un acuerdo con su proveedor. Pueden ir desde tres dólares hasta precios más altos, depende del material, si es de colección, si no se lo consigue con facilidad, si es disco doble, viene con videos, etcétera. “Los más solicitados son de personas fallecidas como Nirvana, Michael Jackson, Elvis Presley, entre otros. En el pico de la pandemia por el COVID-19 se paró el negocio, pero ahora está reactivado”.

Baladas, rock en español e inglés (y sus derivados: grunge, heavy metal y más), salsa, música disco, hay de todo para tanto para comprar... como para vender.