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Buena Vida
Niños sin afecto, los adultos negativos del futuro
Esa carencia afectiva les provoca, a la larga, resentimiento y conductas poco favorables
Quizás alguna vez escuchaste a determinada persona expresar su inconformidad ante la falta de cariño de su madre, al punto de cuestionarse qué hizo para merecer tan vil trato.
Hacer este análisis puede ser muy duro, sobre todo porque no se trata de cualquier mujer, sino de aquella que lo trajo al mundo. Y a veces, tampoco es cuestión de falta de amor, sino de la dificultad que esa mamá tiene para expresarle a su hijo su cariño, lo que se conoce como madres no afectivas.
A criterio de Susana Osorno, psicóloga clínica especialista en niños, hay muchas madres que evidencian su forma de querer a sus hijos dándoles una casa, comida y salud, lo cual está bien porque las necesitan, pero en esa receta de cuidados para un niño hace falta un ingrediente primordial: el amor.
¿Pero cómo dar afecto si no se lo ha recibido? Y es que, probablemente, muchas de esas mamás, durante su crianza, no recibieron de sus padres palabras de aliento, abrazos o besos. Otras, quizá, actúan así por egocentrismo o debido a cuadros depresivos, lo cual no solo les dificulta dar y demostrar amor, sino que les resta alegría y energías para llevar a cabo sus actividades.
Da el primer paso
Para identificar si eres es una mamá no afectiva, debes realizar una introspección, es decir, analizar objetivamente si la manera en que estás cumpliendo tu rol de madre no representa una carga para tus hijos. El cambio debe provenir de ti, porque de lo contrario lo sentirás forzado y no obtendrás los resultados deseados, que son tu bienestar mental y el de tu hijo.
A los niños les afecta
El apego emocional es una parte esencial en el desarrollo del niño, porque a medida que tu hijo va creciendo, él reflejará esas conductas con los otros que considere cercanos a él.
“Carecer de este colchón afectivo en sus primeros años de vida, puede perjudicarlo cuando sea más grande y dejar marcas muchas veces irreparables en sus comportamientos”, añade la especialista Osorno.
Los niños en su adultez pueden presentar falta de energía, fobias, traumas, depresiones, introversión e inestabilidad en futuras relaciones, recalca la especialista. (DR)
Ponlo en práctica
*Ámalo desde la gestación. Si está en tus planes tener un hijo, bríndale amor desde el embarazo. Quiérelo y míralo como una bendición y un nuevo comienzo de vida.
*Consulta a un especialista. El punto de vista clínico es muy conveniente en cualquier tipo de relación. No te sientas cohibida y busca atención médica. La asesoría psicológica es importante para la formación del pequeño.
*Recuerda que los chicos imitan todo. A temprana edad, los niños son iguales que una esponja porque absorben una gran cantidad de conocimientos que, si los usan de forma correcta, les permitirán crecer con un desarrollo emocional íntegro.
*No dejes que tu hijo tenga resentimientos. Muchas veces se crece con frustraciones a causa de los padres, por alguna que otra rabia reprimida, lo que impide mejorar la conducta y seguir adelante. Es momento de tomarse un respiro, meditar si lo deseas, para que tu mente se aleje de esos pensamientos negativos. Una buena forma es que la familia reciba atención profesional para evitar estas conductas y mejorar su estilo de vida.