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Michelle canta desde los 7 años de edad.Miguel Canales Leon

Michelle Cordero: “Estoy enamorada y recuperando mi hogar”

La artista cuencana disfruta de su familia. Para su nueva producción musical está trabajando con el papá de Selena Quintanilla, Abraham Quintanilla.

El mundo del espectáculo reaccionó cuando Jennifer López volvió con su ex, Ben Affleck, luego de 17 años de separados. Aquí en Ecuador también sucedió algo similar: la artista cuencana Michelle Cordero volvió con Paúl Proaño, el papá de su hija Franccesca, pasaron 6 años y dejaron de verse. Las peleas eran por medio de los juzgados. En la última audiencia y en la que él se presentaba por primera vez, se vieron y Cupido hizo lo suyo. “Sabía que Paúl iría, me arreglé mucho, pero cuando lo vi mi corazón latió. Me dije ‘Michelle, qué te está pasando’”, cuenta aún emocionada a DOMINGUERO. Al finalizar la audiencia conversaron y al día siguiente Paúl conoció a su hija. “Esa fue la parte más emocionante, porque la nena no podía dormir, se imaginaba el físico de su papá, estaba nerviosa, él me preguntaba por mensajes lo que le gusta a Franccesca, quería llevarle un detalle”, cuenta la artista. Se mensajearon toda la madrugada y se dieron cuenta que el cariño estaba intacto.

¿Cómo fue el encuentro con ‘Fran’, tu hija?

Paúl llegó con gafas y le dije ‘quítatelas para que Fran te vea bien’. Mi nena decía que estaba enojada con su papá, de ahí empezaron a jugar y todo fluyó. Dios movió todas sus fichas.

Los periodistas tenemos licencia para preguntar detalles que tal vez un seguidor o un fanático no se atreve a mencionarlos, pero ¿qué fue lo primero que hablaron?

Primero conversamos como padres. Luego llegaron los piropos. Dijo que nunca pudo olvidarme, que no le importa lo que diga la gente, pero que él ya había madurado y me preguntó si estaba dispuesta a rehacer nuestras vidas juntos. Me besó... (suspira)

Y del pasado, ¿qué hablaron?

Preferimos no toparlo y perdonarnos de corazón. No nos vamos a desgastar hablando de eso ni de otras personas. No hay reproches.

¿Por qué terminaron?

Éramos inmaduros, yo tenía 16 años y no supimos afrontar mi embarazo.

¿Qué dicen sus familias?

Hay ciertos resentimientos. Cuando terminamos no fue en los mejores términos. Aprendí la lección: con ira no debo dar entrevistas. Hablé tonteras.

¿Fueron exesposos, ahora novios?

Decir que somos novios es algo tonto. Tenemos una hija, espero que me dé el anillo para casarnos de nuevo. Franccesca llevará los aros el día del matrimonio.

¿Tu mayor logro?

Que mi hija nazca. Cuando me hicieron la cesárea sentí todo, hasta cuando me cortaban.

¿Tu orgullo?

Mi mamá y mi hermana con las que puedo contar para todo, con quienes he vendido hasta hot dogs para sobrevivir. Nos mudamos a Guayaquil en busca de mejores oportunidades para mi carrera, pero fue en vano.

¿Buscabas en Guayaquil tu primer millón?

No cualquiera tiene una mamá que te apoye en un sueño loco como el mío que es la música. Encontré mucho regionalismo, te meten el pie para que te caigas. Aparte la gente no suena en las radios por talento, sino por plata. Se debe pagar para que tu música suene.

¿Qué se viene en tu carrera musical?

Estoy armando una orquesta y tengo una nueva producción en la que estoy trabajando con el papá de Selena Quintanilla.

¿Cuánto cuesta trabajar con Abraham Quintanilla?

No todo es dinero, hay una alianza y mi equipo de marketing es el que se encarga de hacer estos negocios.