Cuando un niño está enfermo automáticamente rechaza todo. Tampoco juega. No come y desecha lo que le ofrecen, por ende, se suelen presentar escenas catastróficas cuando le vas a dar algún medicamento. Ya no lo abraces fuerte ni pidas a alguien que le sostenga los brazos, en esta nota encontrarás ciertos trucos para lograrlo.

La pediatra Carol Valdivieso recomienda que hables con el médico tratante sobre las precauciones que debes tomar antes de darle un remedio. Pregúntale si se lo puedes dar con comidas o a su vez, si es posible mezclarlo con leche, jugo o agua.

Por otro lado, para asegurar la efectividad de la medicina es necesario que revises la fecha de caducidad y las condiciones de conservación correctas, ya sea lejos de la luz solar, en seco o en frío. Es importante que identifiques las medicinas, tener clara su utilidad y la dosis recomendada.

Las claves

1. Para administrar los jarabes puedes utilizar una jeringuilla; dirígela hacia el fondo, para evitar que el niño saboree y le cause vómito.

2. Debes entretenerlo. Una buena opción es utilizar su juguete preferido; al estar ocupado abre su boca con facilidad. Ese es el momento ideal para darle el fármaco.