Me llamo Narcisa, tengo 36 años y soy de Guayaquil. Estoy casada y trabajo en un restaurante junto a mi mamá; me encargo de administrar el local. Lo que ocurre es que hace unos meses conocí a un chico que es albañil, él llegaba a comer todos los días solo para verme. Siempre he sido una persona seria al momento de atender, pero algo tuvo este hombre que me cautivó, me hablaba muy bonito, de esa manera me sedujo y caí hechizada ante sus encantos. Lo nuestro no pasó más allá de conversaciones y cruce de miradas dentro del negocio. Me di cuenta que estaba enamorada como una tonta. Luego cambiamos números y empezamos a chatear, hasta que un día mi marido leyó mis mensajes y reaccionó de una manera brusca, tanto así que se puso a llorar. Él piensa que le fui infiel, pero no es cierto. Me puse mal por la situación y me llené de ansiedad al verlo sufrir y ahogado en el alcohol. Ahora estoy deprimida y con baja autoestima, no quiero perder mi matrimonio por algo que ni siquiera pasó. No entiendo cómo a los hombres se les perdona todo, pero a las mujeres nos crucifican… Ayúdeme, por favor.

Respuesta:

Tú no estás enamorada, lo que tienes se llama confusión. Fuiste tentada de cierta manera, pero nada que no pase en la vida cotidiana. Seguramente tu marido no ha respondido en otra área. Sin embargo, estuviste cerca de meter la pata y caer en lo prohibido. Un error lo comete cualquiera, pero ¡mucho ojo!, no debes hacer lo que no te gustaría que te hicieran. Ahora bien, tu marido es un dramático, si no cree en tu palabra, pues que se friegue. Lo que quiere es hacerte sentir culpable para que ganes puntos con él, es decir, utiliza la psicología inversa. Veo que como pareja les falta comunicación, lo cual es primordial en una relación. No podrá haber confianza entre ustedes si no se cuentan las cosas, el uno al otro. En un matrimonio debe haber comunicación cambio de ideas, críticas y reflexión, solo así crecerán como personas y formarán un hogar sólido. Es mejor que te vayas olvidando de aquel donjuán, y sigue con tu vida como si nada haya pasado. Si tu esposo realmente te quiere buscará reconciliarse contigo, pero primero que se aleje del alcohol. ¡He dicho!

Doña Esperancita no solo trata temas relacionados al amor, también de otra índole. 

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