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Familia

Conversar con sus hijos es muy importante, pues el acoso escolar migra del aula a las plataformas digitales.Pixabay

El ciberbullying se ‘apaga’ con el diálogo

En pandemia siguen las burlas, acoso o amenaza sistemática que un alumno o un grupo le realiza a otro, pero de manera virtual

Con la nueva normalidad educativa, estudiar online, los niños y adolescentes estarían a salvo de sufrir de bullying por parte de sus compañeros del plantel.

Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que en la mayoría de casos cambia de forma, al igual que las clases y este acoso se realizaría de manera digital. “A esto se conoce como ciberbullying, es decir el hostigamiento se hace a través de correos electrónicos, videollamadas, redes sociales, mensajes de texto, etcétera”, manifiesta la psicóloga clínica, catedrática y terapeuta familiar Marcia Colmont.

Las burlas se mantienen, pero ahora son con memes ofensivos. Los insultos persisten, pero ahora se escriben. Lo que no hay son empujones físicos, pero el golpe emocional es igual o más fuerte que el presencial, sostiene Alexandra Delgado, maestra y madre de familia, quien confirma que este tipo de bullying ha variado de modalidad. “No es mucho, pero se da, incluso se podría hablar de hackers”, dice la experta en educación.

Es fundamental que  como padre de familia, esté alerta ante esta situación, pues las consecuencias pueden ser devastadoras, entre ellas está el cutting (cortes o autolesiones en varias partes del cuerpo), los trastornos psicológicos o psiquiátricos, incluso puede llegar al suicidio. 

Planes con los ‘panas’

Como tus hijos están estudiando en casa se encuentran carentes de contacto social con sus pares (iguales), esto puede generar problemas emocionales tales como ansiedad, desánimo, apatía, entre otros, indica Colmont.

Por eso ellos deben de establecer contacto con sus mejores amigos, que organicen eventos virtuales, como una tarde de videojuegos, videollamadas simultáneas, siempre con horarios y supervisión, aconseja la psicóloga clínica Susana Osorno, quien considera al relacionamiento como una aporte al desarrollo de su personalidad.   

“Tanto las víctimas como victimarios no tienen una edad ni sexo determinado. Se da desde edades tempranas hasta en adolescentes”.
Marcia Colmont, psicóloga clínica, terapeuta familiar y catedrática

EXTRAtips

    • Debes estar atento a cualquier cambio en el comportamiento de tus hijos. Pueden presentar rechazo o desgano para interactuar en las clases virtuales, o a realizar las actividades que antes les agradaban, como por ejemplo participar en los chats, revisar sus redes sociales o aislarse.
    • Indaga y conversa. Un padre de familia que se da cuenta que su hijo/a es víctima de este tipo de acoso debe de investigar lo que está ocurriendo, dialogar con él o ella al respecto. Asimismo podrías conversar con sus amigos más cercanos para obtener la mayor información sobre el tema; ellos son de gran ayuda.
    • Cuando hables con ellos hazlos sentir en confianza. Así estarán más cómodos cuando conversen del asunto. De igual manera ten el compromiso en ayudarlos y hazles saber que no son culpables de lo que está pasando.
    • Si descubres que tu hijo es el agresor no te tornes violento. Pregúntale con calma por qué actúa así con su compañero, qué le perturba. Trata de guiarlo con consejos, que cambie su actitud no por ti, sino por su propio bien. Y si no sabes cómo enfrentar el problema acude a un profesional que lo ayude, un psicólogo.
  • Las profesoras pueden vincular el tema de los valores con las materias. Trabajando de manera transversal los valores y los principios. Por ejemplo, si están en clases de matemáticas y se habla de la suma, la maestra puede darle un consejo: “Entre más amigos tenga y acepte, estoy sumando más ayuda a mi vida. Si critico o me burlo de alguien, resto personas que me pueden acompañar y hacerme sentir bien”.
  • Crea un ambiente de paz y unidad en su casa. Haz de tu hogar el mejor refugio para tu hijo. Aprovecha estos tiempos para alentarlo, elevar su autoestima y confianza. 
“En algunos casos los estudiantes no solo se burlan de sus compañeros, también lo hacen de sus maestros. Y digitalmente, con memes”.
Susana Osorno, psicóloga clínica