El bulldog inglés es la raza de perro que posee un carácter único. Por ser leal, juguetón, dormilón, travieso, decidido y totalmente entregado a su familia es la compañía ideal para los niños. Será el cómplice indiscutible de las travesuras de los más pequeños.

Se adapta muy bien a la vida con otros animales, no es agresivo a menos que realmente se lo provoque. Originario de Reino Unido, en la antigüedad era usado en combates con osos y toros de lidia, pero con el paso de los años aquello cambió y fue criado y desarrollado para ser un can familiar.

Según indicó Darío Proaño, experto en esta raza de perros, mirar un buen bulldog inglés es como ver un pequeño toro.

“Debe representar fortaleza. Aunque existe la creencia errónea de que deben ser obesos, ya que muchos tienen un gran apetito. Tienden a engordar y por esa razón hay que cuidarlos. Para que se mantengan saludables es importante que se ejerciten”, aconsejó el experto.

Características

Su gran cabeza tiene forma cuadrada, posee ojos oscuros, chatos, ya que son braquicéfalos. Tienen una arruga única sobre su nariz, y el cuerpo es compacto, de tamaño medio y de huesos fuertes. Son de pelo corto y con colores blanco entero o combinado, rojos, atigrados y aleonados.

Cuidados

Durante su convivencia no requieren demasiado espacio, viven en departamentos pequeños o en casas grandes. Valoran estar junto a su familia, por eso es mejor no dejarlos en el patio. Disfruta mucho de pequeños paseos con su dueño para luego pasar recostado junto a él en cualquier lugar de su casa.

Por tratarse de ejemplares de cuerpo pesado -el macho pesa 25 kilos y la hembra 22- es muy importante cuidar que la alimentación sea de la mejor calidad posible, para asegurar que sus huesos y articulaciones se desarrollen y mantengan de la mejor manera, esto ayuda a que no suelten mucho pelo; basta con cepillarlo 3 veces por semana para que no exista este problema.

Pueden vivir entre 8 y 10 años.

Atención médica

Siempre es importante contar con un veterinario de cabecera. Una creencia errónea es pensar que suelen ser razas llenas de enfermedades.

Para que la experiencia de tener un bulldog en el hogar sea gratificante siempre hay que asegurarse que el cachorro venga en buenas condiciones.

Problemas genéticos

El experto lamentó que en la actualidad esta raza haya caído en manos de inescrupulosos, quienes se han dedicado a destruirla al cruzarla con otras para obtener ejemplares de colores distintos a los que establece el estándar, llamándolos exóticos.

“Una tristeza para la raza, ya que no entienden que todos esos ejemplares vienen con muchos problemas genéticos que desencadenan en una dolorosa vida para el animal y, por ende, una triste experiencia a su propietario”, explicó Proaño. Un ejemplo de esto, dijo, son los ejemplares con excesos de arrugas en su cabeza, lo que siempre ocasionará problemas oculares muy difíciles y costosos de corregir, además de generar serios problemas respiratorios , problemas óseos y estructurales, que terminan generalmente en displasia.