“Ahórcame”, fue la orden que selló el juego sexual entre Sebastián Freire y su novia. “Empecé despacio. Luego ella hizo lo mismo conmigo. Nos gustó y seguimos”, explica el joven a un año del descubrimiento de una práctica sexual riesgosa, pero que resulta excitante para algunos: la asfixia erótica.

En la hipoxifilia se suprime la respiración durante el acto sexual. Si a la pareja se le pasa la mano, en vez de ‘venirse’, se puede ir. “Leímos de un caso en el que el chico usó una corbata y la chica murió. Desde ese momento tuvimos más cuidado”, asegura Sebastián.

Para el joven, todo lo que se haga entre las sábanas debe ser consensuado. De ese modo, ambos disfrutan. En prácticas de riesgo, la confianza y la comunicación son fundamentales. “Básicamente, estás poniendo tu vida en manos de otra persona. En nuestro caso, establecimos códigos para saber cuándo parar”, aclara.

La sexóloga Laura García precisa que el primer paso para practicar el ‘breathplay’ (juego de respiración) es dejar de lado los mitos. “Una cosa es asfixiar, es decir impedir el paso del aire, y otra es apretar, con lo que se causa un daño y no se obtiene el mismo efecto”, explica.

La especialista sostiene que todas estas actividades tienen un fin en común: la búsqueda del placer, el orgasmo.

Ella comparte dos consejos para las personas que quieren incursionar en esta práctica: informarse con un experto y estudiar anatomía.

“Es importantísimo saber en qué puntos se debe hacer presión sin causar dolor o trauma”, añade.

Durante esta práctica, que puede ser mecánica o con accesorios, se elevan los niveles de dióxido de carbono. Eso pone al cuerpo en alerta, le permite multiplicar las sensaciones y eleva los sentidos.

Actualmente, la búsqueda de placer de otras formas se ha vuelto común. García recomienda a quienes se interesen en la hipoxifilia, recibir asesoría profesional. “Existen grupos sadomasoquistas que guían a las parejas que están iniciando en estos temas”.

Lo rico de respirar...

Pero si de respiración se trata, es importante que recuerde que este proceso influye mucho en el sexo tántrico.

“El tipo de respiración idóneo durante las relaciones sexuales dependerá del momento en el que nos encontramos y lo que deseemos conseguir o acentuar”, comenta Diego Jiménez, responsable de Escuela Tántrica de Madrid. “En una primera fase de la relación sexual, una respiración profunda y pausada, llenando los pulmones por completo y dejando salir el aire lentamente por la boca entreabierta, nos ayudará a centrarnos en las sensaciones, en el cuerpo, en el presente, para disfrutar plenamente del momento”.

En el caso de una persona con dificultades para tener orgasmos, empezar con esta respiración pausada puede ayudarla a sentir más al comienzo, pero “sería recomendable que poco a poco fuera aumentando el ritmo respiratorio, cada vez más deprisa, hasta llegar literalmente a jadear”.

En el caso de un hombre con eyaculación precoz, “es recomendable que, aunque se sienta muy excitado, permanezca con una respiración profunda y lenta. Esto disminuye en un punto la excitación, lo que le ayudará a prolongar la relación sexual”, asegura.

Ojo con estos consejos

El nombre

1.La asfixia erótica es también conocida como hipoaxifilia. Se la conoce como un juego entre el sexo y la muerte. Sexólogos recomiendan informarse con los expertos antes de practicarlo.

La clave es la comunicación

2. Una de las claves es asegurarse de que su pareja lo esté disfrutando y no padeciendo. También se debe establecer un lenguaje no verbal (golpecitos, parpadeos, etcétera), que es una buena herramienta durante el coito para determinar si es necesario parar.

Pilas con las secuelas

3. La guía de un especialista es necesaria en esta práctica de riesgo, porque puede tener efectos secundarios como pérdida de memoria, dolores de cabeza, mareos, desmayos y vértigo.

Otras opciones

4. Si le teme a esta práctica de riesgo, el sexo tántrico y la retención de la respiración por cuenta propia pueden ser un buen inicio para salir de la monotonía.

Juegue con los accesorios

5. Para el ‘breathplay’ podemos utilizar cintas, sogas, listones o hasta ropa interior. La creatividad va bien en el sexo. Pero debe fijar límites.