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El apareamiento de las luciérnagas se ve interrumpido por la luz artificial nocturna
Una investigación pone en manifiesto que la pérdida de hábitat, el exceso de luz en la noche y el uso de pesticidas han provocado que el número de luciérnagas se haya reducido considerablemente durante los últimos años.
Una nueva investigación publicada en Insect Conservation and Diversity indica que la luz artificial en la noche probablemente interfiera con el cortejo y apareamiento de las luciérnagas bioluminiscentes.
Para el estudio, los investigadores expusieron parejas de luciérnagas -que cortejaban- a cinco colores de luz a dos intensidades, y registraron cambios en la velocidad, el brillo y el patrón de los destellos masculinos, así como la frecuencia con la que respondían las mujeres.
Todos los tratamientos con luz artificial suprimieron significativamente la actividad de cortejo, pero la luz ámbar brillante tuvo el mayor impacto en la receptividad femenina. Esto sugiere que las luces artificiales que tienen el color más cercano a la bioluminiscencia de las luciérnagas pueden ser las más perjudiciales para su el cortejo.
"Definitivamente es preocupante, porque muchas personas con mentalidad ecológica están impulsando el uso de luces ámbar para iluminar de manera segura las calles y los parques. Pero estamos encontrando que ningún color de luz es seguro para las luciérnagas, necesitan la oscuridad", dijo el coautor Avalon CS Owens, candidato a doctorado en la Universidad de Tufts.
Las luciérnagas solo viven como adultos unos pocos días. De hecho, están tan centrados en la reproducción que ni siquiera comen, por lo que sufrir cambios en esta fase puede poner en peligro la supervivencia de las especies.
Por último, los expertos ven al uso generalizado de pesticidas como otra de las grandes amenazas que ponen en riesgo la vida de las luciérnagas.