La esperanza de hallar con vida a las dos pequeñas hermanas desaparecidas hace tres meses en Tulcán, provincia de Carchi, se desvaneció, pues fueron localizadas sin vida al interior de dos profundos pozos en el sector María Magdalena, en las afueras de la localidad.

El hallazgo del primer cuerpo, correspondiente a la niña de 3 años, se registró la noche del lunes 12 de febrero de 2024, luego de que un lugareño hiciera el descubrimiento. “El señor que dio la alerta dijo que estaba cerca de un pozo en donde se desprendía un mal olor bastante intenso”, contó una allegada de las menores de edad a EXTRA.

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Los restos estaban dentro de un saco de yute que había sido arrojado al agujero. Esta situación llevó a que los familiares sospecharan que la otra hermana, de 10 años, pudiera haber sido lanzada al mismo lugar. Por ese motivo, a la mañana siguiente emprendieron una búsqueda, en compañía de los investigadores del caso. Fue así que luego de varias horas de labores, decidieron ampliar el área de rastreo y encontraron otro pozo a unos 500 metros. En horas de la tarde se confirmó que el cuerpo de la hermana mayor estaba en el sitio.

La madre fue asesinada

El suplicio de esta familia comenzó el 29 de octubre de 2023, cuando la madre de ambas, llamada Vanessa, salió con ellas cuando se iba a encontrar con un tipo identificado como Jonnathan, cerca del hospital de Tulcán. Desde entonces, sus parientes jamás volvieron a verla con vida, porque fue asesinada durante esa cita. Su cadáver fue localizado por moradores, quienes llamaron a la Policía. Los agentes revisaron el cuerpo de Vanessa y notaron que tenía un corte en el cuello.

La búsqueda

Cuando su familia supo del crimen, de inmediato intentó hallar a las infantes, ya que habían salido con su madre, pero no las encontraron en la zona. En consecuencia, se puso en marcha un proceso judicial en contra de Jonnathan por el delito de femicidio, y se ordenó su captura, pero hasta el momento no se ha dado con su paradero.

Estuvieron en la zona

Durante las labores de rastreo llevadas a cabo por los parientes, para localizar a las niñas, estuvieron en bosques, quebradas, ríos e incluso por la misma zona donde encontraron los cadáveres. El motivo para no encontrar estos pozos, según la pariente de las víctimas, fue porque estaban cubiertos con maleza. “La parte superior del agujero es angosta y no se la mira fácilmente”.

La primera identificación

Una vez que el morador del sector María Magdalena se contactó con los investigadores tras el hallazgo de la primera víctima, estos coordinaron con el Cuerpo de Bomberos de la localidad, para que lideraran las labores de recuperación. Luego, los restos fueron llevados a la morgue de Tulcán, donde una comitiva familiar se citó para saber si en realidad se trataba de la niña de 3 años. “El papá la reconoció por la ropita que él mismo le había comprado, más que nada por los zapatitos”, acotó la allegada con tristeza. El martes, el cuerpo de la hermana sería llevado al mismo lugar.

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