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Temen que Germán Cáceres se 'vuele' o lo asesinen en la cárcel
Las autoridades están realizando el proceso de deportación del sospechoso. La madre y defensa de la víctima piden que lo vigilen las 24 horas porque temen que lo asesinen antes de ser sentenciado.
El exteniente de Policía, Germán Cáceres, fue capturado en chancletas y pantaloneta en Palomino, una zona costera del norte de Colombia, la noche del viernes 30 de diciembre.
El sujeto era el tercer más buscado del país y es el principal sospechoso del femicidio de la abogada María Belén Bernal, ocurrido el 11 de septiembre, en la Escuela de Policía, en el norte de Quito.
La mañana del 31 de diciembre, autoridades ecuatorianas viajaron al vecino país para iniciar el proceso de traslado de Cáceres, quien, según la Policía, estaba trabajando como bartender en un negocio de Palomino.
La madre de Bernal, Elizabeth Otavalo, y sus abogados afirman que no estarán tranquilos hasta que el implicado esté tras las rejas y continúe el proceso legal. Mientras tanto, preparan una acusación particular en contra del exoficial para presentarla el martes 3 de enero en la Casa de la Justicia.
El abogado Galo Quiñones dijo que también emitirán un escrito al juez que lleva el caso para que trasladen de inmediato al sospechoso a un recinto carcelario “y que tenga seguridad las 24 horas del día”.
El jurista teme dos cosas: que el presunto femicida vuelva a escapar o que lo asesinen dentro de ‘cana’ antes de que lo sentencien por los delitos de femicidio y fraude procesal. Quiñones insistió que es necesario tenerlo con vida para que devele la verdad y si hubo participación de otras personas en el crimen de Bernal.
“Hay muchas personas que quieren matarlo y no queremos que salgan con la noticia de que lo ‘suicidaron’ en prisión”. Por su parte, Elizabeth Otavalo pide que haya transparencia en el traslado de Cáceres desde Colombia.
Proceso legal
Johanna Orbe, abogada y experta en temas penales, comentó que hay dos procesos para traer a Cáceres al país: la extradición y la expulsión.
En este caso se aplicaría la primera por la alerta roja que tenía en la Interpol y por los dos procesos penales que pesan en su contra. Orbe añadió que un juez ecuatoriano de la Corte Nacional debe hacer el pedido de extradición y se deberá cumplir una audiencia en Colombia antes de traerlo.
Con respecto al temor que tiene la defensa de la víctima, Orbe planteó que si el sospechoso es asesinado en la cárcel sería por orden de algún funcionario del Estado “que pretende ocultar algo”.
La abogada dijo que Cáceres también podría acogerse al silencio y eso retrasaría el proceso judicial porque la Fiscalía debería demostrar que él fue el asesino y prueba física no la tienen. “Lo único que hay es el testimonio de la cadete Sánchez, quien dio tres versiones y ninguna es creíble”.
Además, Orbe indicó que el sistema penitenciario del país no tiene los recursos para darle protección al exteniente, a menos que este quiera acogerse a una cooperación eficaz.
El operativo de captura del exteniente estuvo a cargo de la Fiscalía y del bloque de búsqueda del Ejército colombiano. Un cliente del bar en el que atendía Cáceres habría sido pieza clave para su captura. Esta persona lo reconoció porque el exoficial se habría despedido de él con la frase “gracias, ñaño”. El cliente lo reconoció como uno de los más buscados, le tomó una foto y luego fue a denunciar a las autoridades.