Poco a poco un grupo de amigos que disfrutaba de una doble fiesta de cumpleaños fue disminuyendo, por cansancio o porque el alcohol les había hecho efecto (ver infografía). Al final, en una piscina, solo quedaron Vanessa Elizabeth Párraga Santana, de 26 años, y Claudia Isabel Cortez Díaz, de 25.

La última, quien era una de las homenajeadas de la noche, fue quien se encargó de alquilar una propiedad en el sector residencial Radisson Blu, de Punta Blanca, en Santa Elena, para gozar del fin de semana junto a quienes además eran sus colegas médicos.

Vanessa y Claudia eran mejores amigas. Ambas habían viajado sin pareja y fueron quienes más resistieron a la farra que se ‘pegaron’ entre la noche del sábado  19 de marzo y madrugada siguiente.

Pero, al ser las últimas en permanecer en el área social, también quedó entre ellas lo que realmente sucedió, pues en el sitio no existen cámaras de videovigilancia, según los reportes policiales y de la Fiscalía.

Vanessa murió. Al amanecer del domingo fue hallada sin vida en la misma piscina en la que horas antes había compartido licor y momentos de diversión junto a sus ‘panas’ doctores, quienes habrían intentado reanimarla cuando descubrieron su cuerpo, aunque ya era tarde.

Por eso, Claudia fue aprehendida con fines investigativos. Ella, en un diálogo previo con los investigadores de la Policía, habría mencionado que no recordaba lo ocurrido. Sin embargo, fue procesada por el delito de homicidio, pero no recibió orden de prisión preventiva, sino dos medidas diferentes: presentarse periódicamente a una Unidad Judicial y la prohibición de salida del país.

La investigación, para conseguir o descartar pruebas durará 30 días, de acuerdo a lo señalado en el acta de la audiencia de formulación de cargos. Para esclarecer el suceso, los agentes tomarían en consideración las publicaciones que Vanessa y sus amigos realizaron en los momentos previos a su muerte.