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Rincón del Misterio: ¡Coliseo de gigantes!
El quiteño Nicolás Avilés recorrió por dos días la misteriosa Cueva de los Tayos, en agosto de 2022.
Por cerca de 30 minutos, Nicolás Avilés descendió por un túnel vertical de 2 metros de ancho y con una profundidad de casi 70 metros. Agarrado a la cuerda que lo sostenía y evitando golpearse con las paredes rocosas, bajó lentamente e ingresó a la Cueva de los Tayos, ubicada en la provincia de Morona Santiago, donde permaneció dos días.
Tras descender se encontró con el primer descanso, donde se quedó hasta que llegaron cuatro compañeros y un guía shuar, fue lo único que pudo hacer porque adentro es oscuro.
Después, con una linterna de largo alcance, se abrió camino hacia las grandes galerías que están llenas de estalactitas y estalagmitas. Eso sí, teniendo cuidado de no tocar las arañas que pueden llegar a medir más de 30 centímetros.
Uno de los sitios más impresionantes es el llamado portal de Móricz. Se trata de una abertura entre las rocas que asemeja a una puerta alargada que llama la atención por su perfecta forma cuadrada, la cual pareciera que fue tallada con presión, una constante que se repite en las galerías. Esta formación le hizo pensar que estaba ingresando a un lugar que fue hecho por seres desconocidos.
Sin embargo, lo que más deslumbró al quiteño, de 36 años, fue una galería que parecía un Coliseo Romano, la cual visitó en el segundo día. En medio tenía una especie de ring y estaba rodeada por gradas que parecían hechas para gigantes.
“Fui al lugar por las teorías que se han creado. Apenas bajas ya se ven las paredes lisas, con cortes perfectos. Con eso uno ya se imagina que va a un mundo de misterios”, contó a EXTRA.
“Todas las galerías están vacías, no hay nada, solo las paredes, las arañas y los pájaros tayos. Los guías nos llevaron a la galería que parece un Coliseo Romano, la que recién encontraron, y es impresionante la perfección con la que está hecha. Hay gradas que parecen escalones, pero son grandes”, acotó sobre el sitio.
Las expediciones al lugar se pueden hacer con el permiso de la asociación Indígenas Nativos del Centro Sindical Coangos, que forma parte del territorio de los Shuar Arutam. Pero ni ellos mismos conocen con precisión la caverna.
Según un estudio de la Sección Nacional del Ecuador del Instituto Panamericano, en la cueva existen túneles que podrían llegar a medir 17.9 kilómetros.
“Aparte de ver esta galería, la noche anterior, que acampamos en un sector que se llama la playa, no pude dormir porque varias luces pasaban por encima de mi carpa cuando cerraba los ojos, pero cuando los abría desaparecían. Era raro, porque cada una se movía por su lado”, mencionó el excursionista.
Tras su expedición a la Cueva de los Tayos, Nicolás reveló que no pudo dormir por tres días. “Salí y me sentí raro. No podía dejar de pensar en el lugar porque vi cosas que no tienen explicación. Aun así, voy a volver porque quiero seguir descubriéndola”.