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Quito

Los familiares han realizado varios plantones para exigir justicia.CORTESÍA

Femicidio de Paola Ortega: un rompecabezas que no termina

La familia de Paola Ortega espera que uno de los ejecutores del crimen entregue dato del femicidio. El esposo de la víctima y  principal sospechoso la maltrataba psicológicamente

Las imágenes de Paola Ortega muerta en su automotor no dejan de ‘martillar’ en la cabeza de su familia. Aun cuando las investigaciones del crimen avanzan.

La noche del jueves 6 de abril, en Esmeraldas fue capturado Mártires Castillo, uno de los presuntos autores materiales del femicidio contra la mujer de 35 años. Ocurrió el 2 de enero.

Ortega recibió varios disparos cuando esperaba a su esposo en su vehículo en Sangolquí, al oriente de Quito. Luego de revisar las cámaras se estableció como principal sospechoso justamente al esposo de la víctima, Cristian Navarrete.

Aunque la última detención es un avance, para Adriana Ortega, hermana de la víctima, nada queda claro. “Seguimos armando el rompecabezas. Todavía no tenemos claro el móvil del crimen”, comentó.

En la audiencia de vinculación, el principal sospechoso se acogió al derecho al silencio.

Sin embargo, tienen sus presunciones. Los familiares creen que Navarrete habría querido quedarse con el dinero de su esposa. “Con tanto sacrificio mis padres nos dejaron alguito y además ella tenía dos negocios”, contó.

Uno de los ejecutores del crimen fue detenido en una casa del centro de Esmeraldas.CORTESÍA Policía Nacional

LA VIDA SIGUE

Galo Quiñónez, abogado del caso, informó que ya se realizó la audiencia de vinculación de Navarrete y que la Fiscalía solicitó que se investigara por femicidio tanto al supuesto autor intelectual como a los ejecutores.

Mientras tanto, las hijas de 4 y 15 años de la víctima están con terapia psicológica. “La mayor estuvo en el hospital por una crisis de ansiedad y la menor no para de preguntar por su mamá”, relató Adriana.

El negocio de piñatería en Sangolquí está a cargo de la familia de Paola, mientras que el ubicado en Quito permanece cerrado. “No hemos ido por ahí porque ese local estaba a nombre de él”, explicó la parienta.

Adriana añadió que han tenido trabas desde la Fiscalía, pero que no descansarán hasta encontrar la verdad, pues conocieron que el sospechoso maltrataba a Paola psicológicamente. “Como ella era mayor con dos años, le decía que era una vieja. Amenazaba con llevarse a su hija a Colombia”, precisó.

El sujeto fue encontrado mientras se escondía en una casa del centro de Esmeraldas, según la policía.