Desde el parque El Ventanal, ubicado en San Juan, centro de Quito, hay una vista privilegiada del Centro Histórico con el fondo del Panecillo. Sin embargo, ese majestuoso escenario contrasta con la estructura destartalada del mirador y los juegos infantiles.

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Hay que caminar con cuidado por allí, pues el piso tiene grandes huecos, y donde no hay huecos existe el peligro de que la madera se rompa con el siguiente paso. Los vecinos ya ni recuerdan cuándo fue la última vez que hubo mantenimiento en el sitio, pues en algún momento, incluso, se construyó una concha acústica para que sea un referente cultural. “Hasta hace unos años se hacían eventos de teatro, música, conciertos. Se pasaba muy bien”, comentó Leonardo García, morador de San Juan.

Esto no duró mucho, pues hubo otra intervención municipal en 2018, en la que colocaron los juegos infantiles, pero ya el sitio no funcionó como siempre, según el vecino. La falta de mantenimiento y la delincuencia han hecho que el mirador deje de ser un referente del barrio.

ENCERRADOS

La otra cara de la moneda es el complejo deportivo que funciona junto al parque. Esto se debe a que la liga de San Juan asumió el mantenimiento del sitio. Allí se realizan mingas y se cuida que los ocupantes no dejen desperdicios. Wilman García, presidente de la liga, comentó que hace un par de semanas pintaron los bordillos y las estructuras de las canchas. “Nosotros somos los administradores y responsables”.

Es por eso que solo está habilitada una puerta hacia el complejo, pues los vecinos tienen temor de que las personas sospechosas que deambulan por el parque los ataquen. “Pusieron un candado en la parte que da a San Roque, por seguridad. Así venimos tranquilos con nuestros hijos”, agregó Paulina Bautista, también vecina.

Wilman García rescata, eso sí, que el Municipio ha enviado cuadrillas al parque para cortar el césped, aunque no con la frecuencia esperada. “A veces esperan varios meses y hasta eso ya está todo crecido”.

A pesar de ello, un restaurante sigue funcionando debido a la privilegiada vista. La intervención privada ha logrado que, por lo menos, se coloquen luces en el camino que va de la calle hacia el local. “Es un poco más seguro, pero la parte de abajo es intransitable”, insistió Leonardo.

EXTRA solicitó información sobre el mantenimiento del sitio a la Administración Zonal Eugenio Espejo. Allí informaron que no era su competencia, sino de la Empresa de Obras Públicas. Y dicha entidad no emitió una respuesta.

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