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“¡No quiero que muera mi papi!”
La realidad de los hospitales Centinela, en Quito. Los pacientes llegan con síntomas de COVID-19. El Gobierno dice que no hay falta de atención.
Su abuelo falleció por coronavirus. Su madre superó la enfermedad. Y ayer Nancy (nombre protegido) esperaba algún resultado de su padre, quien ingresó con síntomas de COVID-19 al Hospital IESS Quito Sur...
Tras el anuncio del alcalde de la capital, Jorge Yunda, sobre el colapso de los servicios sanitarios, este Diario recorrió hospitales Centinela (que atienden a pacientes contagiados). En las puertas las horas transcurrían en medio del dolor y la impotencia.
Sentada afuera de IESS Sur, Nancy contó que su papá llegó a ese centro el pasado domingo porque tenía resequedad en la boca, tos seca, temperatura, dolor de cabeza y muscular. “Estaba completamente decaído, se nos desvaneció cuando lo trajimos”, dijo su hija.
La mujer estaba desconsolada porque no recibía ninguna información del estado de salud de su padre y tenía miedo de que un familiar más muriera por el virus.
Ella reconoció que la primera contagiada fue su madre, quien días antes de superar la enfermedad rompió el cerco epidemiológico e infectó a su abuelo
Daniel (nombre protegido), de 83 años, fue a Latacunga a visitar unos familiares y a los pocos días tuvo problemas de salud. Sus allegados no pensaron nada extraño porque no tenía síntomas respiratorios y el adulto mayor padecía insuficiencia renal.
Sin embargo, cuando lo atendieron en una casa de salud le detectaron COVID-19 y a los pocos días falleció. Ahora, una tía de Nancy, quien lo atendió en el hospital, también se recupera del virus. Por eso, ayer, ella recomendó a otros familiares de pacientes contagiados que se tomaran en serio a la pandemia. “No creía mucho y ahora no quiero que se muera mi papi”, dijo.
Se siente la saturación
En esta casa de salud se atiende a más del 80 % de pacientes con coronavirus en Pichincha. Hasta la mañana del pasado domingo, el COE Provincial reportó 6.983 casos confirmados y 484 fallecidos.
Danilo Calderón, gerente general del hospital, indicó que diariamente llegan 220 personas con problemas respiratorios. De esta cantidad, el 10 % necesita cuidados intermedios. El directivo enfatizó que estas personas ya no vienen como sospechosas de coronavirus. Todas tienen síntomas.
Susana Casa está internada hace cuatro días. Ella llegó agitada y no podía respirar. La mañana de ayer, salió por la ventana de su cuarto para avisarle a su esposo por donde debía entrar al hospital para dejarle cosas. Óscar Bravo llevaba una pijama, shampoo, sandalias y medias. Las entregó a una trabajadora social y luego salió. En esta casa de salud actualmente existen 300 personas en hospitalización y 25 en emergencia con oxígeno.
Casi regresamos al rojo
La mañana de ayer se reunieron autoridades del Gobierno y del Municipio de Quito luego de que Yunda escribiera en su cuenta de Twitter que “habrá que evaluar y tomar decisiones por más duras que sean”. Esto, luego de un operativo donde se retiró a grupos de personas que estaban tomando licor en la vía pública.
Sin embargo, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, señaló que no se realizará ningún tipo de restricción. “La ley seca y las prohibiciones son menos efectivas. El no vender alcohol no implica que dejen de consumir”, enfatizó.
Por otra parte, el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, indicó que en la capital hay 50 pacientes en lista de espera para ingresar a cuidados intensivos y recalcó que no se ha dejado fuera de atención a ningún ciudadano