Lucía quería ser paramédica y seguía un curso en la Cruz Roja de Quito. Esos anhelos quedaron ‘colgados’ en un árbol de eucalipto del barrio Mena del Hierro Alto, noroccidente de la capital.

Ella, de 20 años, y su amiga María, de 18, ‘planearon’ quitarse la vida en ese sector, el pasado miércoles. Sin embargo, la menor de ellas sobrevivió porque una soga que usaron para ahorcarse se rompió.

Ayer, el funeral de Lucía se hizo en una casa de aquel barrio en el que también vivía. Su familia, que tenía previsto enterrarla por la tarde, no dio detalles del hecho.

La única pista que se entregó a la Policía sobre las amigas es que ambas se habían encontrado en un centro comercial del norte de la ciudad la fecha del suceso. “Mi hija (Lucía) me indicó que se iba con su amiga (María) a comer”, detalló la madre.

No era del barrio

EXTRA volvió a esa zona para saber sobre aquella amistad que se puso a prueba en este ‘trato’ con la muerte. La gente solo conocía a Lucía porque María, al parecer, ni siquiera era del barrio Mena del Hierro Alto.

“Cuando los policías rescataron a la chica (María) nos preguntaron si la conocíamos. Pero nunca la habíamos visto”, confesó una de las habitantes, quien omitió su nombre.

La moradora estuvo presente cuando se alertó de esa tragedia. Ella incluso escuchó los gritos de María mientras pedía ayuda para su amiga, una aplicada alumna que recibía clases de forma virtual en casa, según su progenitora.

Para la vecina de Lucía era común verla saliendo de su hogar, cercano al punto donde se colgó, cargando una mochila. Bajaba por una pendiente de tierra, “saludando siempre a quien se le cruzara por su camino”, afirmó la mujer que no salía del asombro por cómo se dieron los hechos.

Caritativa

Así como esta habitante, Miriam, otra de las vecinas de Lucía, tampoco daba crédito a lo sucedido. “La conocí desde que nació”, detalló la residente antes de irse al trabajo.

Miriam colmó de halagos a la joven, quien perdió a su abuelito hace poco más de ocho meses. La muchacha era muy apegada a él e incluso le dedicó algunas líneas de afecto en su red social mucho antes de tomar esa fatal decisión.

En honor a su ser querido, Lucía y otros familiares crearon una fundación con su nombre. “Era una chica muy caritativa. Le gustaba ayudar mucho”, finalizó Miriam que acompañaría a los parientes durante el sepelio de Lucía que no pudo cumplir su sueño de ser paramédica.

EL EXPERTO

María contó a la Policía que las dos convinieron en matarse porque tenían problemas personales. Para Armando Camino, jefe de Psiquiatría del Club de Leones, el sufrimiento que ambas debieron tener tuvo que ser parecido.

“Cuando ocurren estos pactos suicidas es porque hay sintomatologías y características socioambientales similares”. Estas situaciones son pactos o convenios que se hacen entre grupos iguales.

Aunque Camino destacó que entre las dos muchachas, una de ellas debió tener una personalidad más influyente para convencer a la otra de cometer un suicidio. Algo que solo las investigaciones revelarán.