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Familia

Ponte 'once' con esas pirámides... porque puedes perder tu billete

Querer incrementar tu plata te puede llevar a ser parte de sistemas financieros fraudulentos, que suelen terminan en estafas y la multiplicación de... ‘pitos’

dinero
Con este tipo de inversiones ilegales no solo se pierde dinero, también se dañan los vínculos afectivos, pilas con eso.Shutterstock

¿Le atrae la idea de invertir dinero y que en poco tiempo este empiece a ‘parir’, gracias a los intereses que podría recibir?

Antes de contestar, frénese y no sea una víctima más de las pirámides. Este es un sistema de captación ilegal de recursos, que explota los deseos de personas de querer multiplicar su capital, fácil y rápidamente, sin esfuerzo, a pesar de conocer el altísimo riesgo que corren con esas prácticas que van en contra de la ley, sostiene el economista y catedrático Pablo Carrión.

Esto es un arma de doble filo, expresa la psicóloga y coach Carol Obando. “Las personas solo se basan en resultados a corto plazo: una gratificación inmediata, no examinan lo que puede pasar después”, precisa la experta.

El perfil de la ‘pipol’ que tiende a involucrarse en estas actividades por lo general no mide consecuencias. Sueña, pero no ejecuta acciones concretas, percibe el éxito y la obtención de dinero sin disciplina y compromiso, tiene bajo autocontrol, dice Obando.

El psicólogo clínico y docente César Valcárcel señala que las personas que en etapas iniciales de desarrollo (infancia) tuvieron muchas carencias, desarrollarían la tendencia a participar en esta clase de ‘negocios’.

La gran pérdida

Los efectos de las pirámides, aparte de la posible pérdida del ‘billuso’, son la ruptura de relaciones. Algunos llevan a nuevos participantes (‘patos’) y por lo general recurren a gente de confianza. “Se han perdido matrimonios, amistades y familiares por no considerar previamente los riesgos. Uno de los mayores daños que se puede hacer a los seres queridos es carecer de empatía, priorizarse uno y no estimar el efecto en los demás. Incluso cuando alguien pueda decir: “A mí sí me resultó”, debe quedar claro que eso implicó la afectación a otra persona”, concluye Valcárcel.

El 'sabido', el 'pato' y el desesperado

Según Carrión, hay tres participantes: el que en el menor tiempo posible retira su capital con los intereses ganados; sabe que el esquema tarde o temprano va a caer.

Asimismo están los ingenuos, que dan sus ahorros y hasta se endeudan, creyendo en los intereses y no se dan cuenta de que en ocasiones esta ‘ganancia’ es su propio dinero, pero fraccionado. Y los desesperados, quienes tratan de salir rápida y fácilmente de necesidades financieras complejas, sin percatarse que arriesgan su dinero en un sistema sin garantías.

EXTRATIPS

  • La plata familiar es intocable. Los fondos que cubren las necesidades de tu hogar no se tocan (servicios básicos, comida, etc.). Asimismo recuerda que los temas de la casa se dialogan y deciden con tu conviviente.
  • El manejo del dinero debe ser en conjunto con tu pareja. Pero quien se encargue de la planeación, que tenga sentido de priorización y pueda diferenciar entre lo urgente y lo importante; entre una necesidad y un deseo, para optimizar los recursos.
  • Si ya la embarraste, trata de retirar el dinero lo antes posible. Así no se haya cumplido el plazo establecido y se pierdan los supuestos intereses, hazlo.
  • Si no te quieren devolver el dinero, ‘vuela’ a la fiscalía. Dale a conocer a esta institución pública lo sucedido, pues podría tratarse de un presunto delito de captación ilegal de recursos y estafa. Son necesarias las investigaciones correspondientes para luego dar paso a los procesos de ley.
  • No metas a su familia y amigos en estos asuntos. Esta factura es más difícil y dolorosa de cancelar. 
"Un incremento de dinero inesperado puede crear consumo excesivo de licor, festejos en masa, etc.”.Carol Obando, psicóloga y coach
amigos
No hay mayor riqueza que mantener buenas relaciones con los seres queridos.Pixabay
“El chulco y las pirámides son elementos que en toda la historia no han generado ningún efecto positivo”.César Valcárcel, psicólogo, terapeuta y docente