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La única respuesta ante al autoritarismo, según Lasso, es que debe primar la democraciaCORTESÍA ASAMBLEA NACIONAL

La posesión de Lasso estuvo ‘condimentada’ con un solo discurso: el desprecio a lo que dejó el correísmo

Protestas dentro y fuera de la Asamblea, un discurso en contra del correísmo fueron los momentos que acompañaron el acto del nuevo presidente.

La posesión del presidente Guillermo Lasso estuvo ‘condimentada’ con un solo discurso: el desprecio a lo que dejó el correísmo. Se lo pudo observar en cuatro momentos dentro y fuera de la Asamblea Nacional, donde se realizó el acto acompañado de invitados especiales, legisladores y demás autoridades nacionales.

El primero de todos fue la ausencia de Lenín Moreno, ahora expresidente de la República, quien no se quedó para el discurso inaugural del mandato que dio el nuevo gobernante.

Tras recibir la banda presidencial por parte de Guadalupe Llori, presidenta de la Asamblea, Moreno salió sin más del palacio legislativo. Fue ahí cuando se evidenció otro momento para el recuerdo: un grupo de los invitados –asambleístas en su mayoría– portaron pañuelos negros con la leyenda Otro Moreno, nunca más.

Protestas

Cerca de la Asamblea Nacional se juntaron decenas de personas con carteles, pitos y ollas. Se convocaron para rechazar la gestión de Moreno y la presencia de mandatarios como Jair Bolsonaro, de Brasil; Iván Duque, de Colombia, y Sebastián Piñera, aunque estos últimos no llegaron a la posesión.

Un grupo de ciudadanos colombianos también aprovechó para protestar en contra de su gobierno tras tres semanas de manifestaciones en el segundo país y las muertes que han dejado esas jornadas.

El grupo de ecuatorianos simbólicamente “le dio muerte” a Moreno, quemando un monigote con su imagen. “Es un traidor, no vuelvas nunca más”, gritaba la muchedumbre. Agentes antimotines cercaron el palacio legislativo para evitar que los manifestantes se acerquen, por lo que el punto álgido de la protesta se quedó en el parque El Arbolito.

Afuera a de la Asamblea Nacional hubo protestas en contra de la gestión de Lenín Moreno.GUSTAVO GUAMAN

Discurso anticaudillista

Con el mandatario saliente, ya fuera de la casa legislativa, Lasso empezó su discurso –de aproximadamente dos horas– en el que la emotividad inundaba sus palabras. Hubo instantes, como en el que agradecía a su familia, en los que el presidente se ‘quebró’.

Sin embargo, lo ‘picante’ vendría más adelante. Gran parte de su repertorio lo dedicó al expresidente Rafael Correa, al tildarlo de aquel caudillo que sabía lo que le convenía o no al Ecuador. “Un iluminado que actúa y piensa por todos. Que tiene todas las preguntas y las respuestas”.

Lasso también aseveró que en su gobierno termina la era de los caudillos. Dijo que reivindicaba un día glorioso y se hará una lucha para recuperar el alma democrática.

“Comienza por no acumular más poder en la figura del presidente. Porque la experiencia nos dice que luego terminan pidiendo clemencia cuando ese poder se les va de las manos”. (MAG / DMA)