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Este es el lugar de trabajo de David. Ahora revisan todos los vehículos.FREDDY RODRÍGUEZ

Guayaquil: La historia del guardia del hospital que se convirtió en héroe

El celador del hospital del IESS de Los Ceibos recorrió más de 100 metros con la adolescente para llevarla a emergencias

David Franco, de 20 años, se ‘bautizó’ como guardia de seguridad del hospital IESS de Los Ceibos, a solo 13 días de haber llegado a laborar a ese sitio, cuando cargó a una adolescente herida desde la mitad de la avenida del Bombero hasta la entrada del área de emergencias de dicha casa de salud.

La tarde del martes 9 de enero, día en el que delincuentes atacaron distintos lugares de Guayaquil, como un canal de televisión y los exteriores de un colegio ubicado en la avenida Carlos Julio Arosemena, David tuvo un gesto que, según él, le pudo haber salvado la vida a la muchacha, de la que desconoce el nombre.

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“En ese momento solo pensé en salvarle la vida”, reflexionó casi 24 horas después de convertirse en un héroe anónimo en medio del caos. En redes sociales se reportó que la estudiante fue alcanzada por una bala perdida mientras se encontraba al interior de la institución educativa.

David no sabe cuánto tiempo le tomó llegar al carro que trasladó a la herida desde el lugar del hecho hasta los exteriores el hospital, pero recuerda que ella tenía su uniforme ensangrentado y estaba débil.

Aunque él se encontraba atareado, por las múltiples tareas que estaba realizando en la entrada del hospital, notó rápidamente que un vehículo rojo se detuvo en el carril opuesto y sus ocupantes cargaron a la estudiante para cruzarla hacia el otro lado de la vía y que reciba atención médica.

David afirma sentirse capacitado para ayudar en cualquier otra emergencia que suceda en su área de trabajo.FREDDY RODRÍGUEZ

“A ellos todavía les faltaba ir a dar la vuelta hasta el retorno que une con la vía a la costa. Son, siquiera, unos 20 minutos más”. Al ver esa escena, de inmediato corrió donde la adolescente y la agarró.

“Creo que había perdido bastante sangre porque parecía que se desmayaba. Se veía incluso más alta que yo, pero cuando la cargué se sintió liviana. Solo me enfoqué en traerla para que la ayuden”. En ese momento él recordó cuando, hace poco más de un año, tuvo que cargar a su sobrino de año y medio y llevarlo a un hospital, porque se estaba atorando con una granadilla.

David dice haber sentido cansancio solamente en el momento en que le tocó subir hasta la puerta de urgencias, pues esta se ubica en una zona alta. “Tuve que darme yo mismo un empujón, porque sentía que ya me agotaba. Fueron unos 100 metros que la cargué”.

Bono y una placa

David está tan comprometido con su trabajo que dejó a la estudiante y siguió controlando la entrada de vehículos en el sitio. “No vi nada y continué. La ropa no se me ensució, solo las manos, pero continué”

Ahora FIB, la empresa de seguridad a la que él pertenece, dice que va a reconocerle su labor con un bono, días libres y una placa. “Todos estamos capacitados para hacer lo mismo porque nos han entrenado”, dijo Gustavo Vélez, supervisor de la empresa en la casa de salud.

David lleva la ‘capa invisible’ de héroe sin problema porque es “algo que me hace sentir contento”.

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