El martes 11 de junio no fue un día completamente malo para el conductor del articulado de Metrovía que estuvo involucrado en un accidente de tránsito en esa misma tarde.

Aunque primero fue chocado por un taxi en la intersección de las calles Tungurahua y 9 de Octubre, y horas más tarde fue notificado de que ya no seguiría más en su ‘camello’ por pedido de la Agencia Metrovía, ese día estuvo de su lado el tráfico en el sector de San Pedro, a 1,5 kilómetros del lugar del siniestro.

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Hugo es el guardia de una ciudadela cercana al punto en el que se detuvieron ambos vehículos luego de iniciar una ‘carrerita’ para pelear por los daños causados y vio cómo los vehículos pasaron ‘soplados’ y en disputa.

“Mi carro estaba parqueado afuera (vía por la que transitaron los automotores) y yo, al ver el grande (el bus), pensé que me lo había chocado”, relata. Él asegura que ellos fueron obligados a detenerse por la aglomeración de autos en San Pedro, zona cercana a la ciudadela Ferroviaria, misma que se debe al ingreso alterno de una universidad privada.

“Pensamos que el taxista pasaba por aquí para intentar escapar, pero no imaginaba el tiempo que iba a tener que esperar para avanzar”, manifestó.

Uno de los moradores, Víctor, cuyo negocio se ubica justo frente al punto exacto donde se detuvieron ambas ‘naves’, dice que se enteró de lo sucedido horas después. “Debe haber sido bien temprano porque yo no había abierto el negocio todavía. Tal vez fue entre 08:00 y 09:00”.

Pero los entresijos del altercado se regaron enseguida entre los vecinos, como le sucedió a Víctor, a quien le contaron con detalles que la pelea duró 10 minutos y que luego cada quien se fue por su lado.

Ruth Reyes, en cambio, desde su esquina en donde vende frutas y desayunos, afirma que ninguno de los lugareños se metió y desde sus portales vieron todo. Para ella, el ‘pito’ pudo haberse solucionado solo conversando. “Pero a este lugar llegaron luego de haberse seguido”.

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El problema inició cuando el taxi de placa GBO-1918 chocó con su parte delantera al bus del consorcio Metro Bastión, y el conductor del vehículo pesado decidió desviarse de su ruta usual (desde la calle Tungurahua con dirección a la avenida Carlos Julio Arosemena) para girar bruscamente y seguir al auto amarillo hasta el sector conocido como San Pedro.

Desde el departamento de comunicación de la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM) se comunicó a EXTRA que, hasta el cierre de esta edición, no se conocía a qué cooperativa pertenece el taxi, y que el conductor del bus debió haber asentado una denuncia en contra de quien manejaba el auto.

Por otro lado, Jorge Gómez, presidente de la Unión de Cooperativas de Transporte de Taxis de la provincia del Guayas, afirma que desde la agrupación ayudan a los socios facilitando los servicios legales a un menor costo del que se suele cobrar. “Se los ayuda en la audiencia de formulación de cargos, juicios o retenciones (...) pero ningún dirigente se ha acercado a hablar con nosotros, ni el socio tampoco, por lo que parece que hubo un acuerdo extrajudicial y cada quien se llevó a arreglar su vehículo”, finaliza Gómez.

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