La ciudad de Riobamba lucía desolada en el Día del Padre, y en medio del paro nacional, este domingo. Pocos vehículos circulaban entre escombros y restos de llantas quemadas. Los manifestantes se mantienen en diferentes puntos de entrada a la ciudad y algunos recorren sitios de concentración masiva como el cementerio.

El camposanto, a pesar de la restricciones, recibió el domingo a deudos que querían recordar a los padres fallecidos. Aunque quisieron comprar flores, hubo poco producto disponible y a precios más elevados.

En el contexto del paro, resulta muy difícil la movilización. "Ya no se aguanta más. Es verdad, todos queremos que se mejore la vida, pero así, con el sufrimiento del mismo pueblo, no puede ser, está bien protestar, exigir, pero no secuestrar a la mayoría de ciudadanos que vivimos el día a día", manifestó María Villalba, quien tuvo que caminar veinte cuadras para llegar a su casa. 

Juan Barriga recogía madera para llevar a su casa. Ya no tengo gas, no hay ni idea de cuándo nos ayudarán. Nos tocó improvisar un fogón para cocinar y calentar agua para tomar un baño", indicó el hombre, que hacía más de un año retiró sus duchas eléctricas para economizar.

Luego del traslado de Juan Sislema, herido en las manifestaciones en Riobamba, el gobernador de Chimborazo, Hugo Fernández; el jefe de la Subzona de Policía, Víctor Ordóñez; y Rubén Ponce, comandante de la Brigada Galápagos, ofrecieron una rueda de prensa la tarde del sábado en un salón de la Subestación 2 de la Empresa Eléctrica de Riobamba.

En ella, aseguraron que la policía no cuenta en Chimborazo con la clase de armamento con la que resultó herido el manifestante, y que se brindará todas las facilidades a la Fiscalía para que, junto con la Defensoría del Pueblo, puedan determinar los hechos.

Familiares, manifestantes y actores políticos se congregaron en las afueras del Hospital de Riobamba. Incluso, circuló un "salvoconducto", con el cual Leonidas Iza autoriza el traslado de la ambulancia y tres vehículos hasta la ciudad de Quito.

En la ciudad, el panorama no ha cambiado, las vías permanecen cerradas y en los alrededores grupos pequeños de manifestantes atacan a vehículos que se movilizan por la zona. Como uno que circulaba por la París y 9 de Octubre. 

Con gritos de "¡cójanlo, a dónde!", algunos individuos armados con palos lograron detenerlo. El conductor se bajó, mantuvo un cruce de palabras. Luego, otro manifestante se acercó para calmarlos, y después de advertirle, lo dejaron dejaron ir. Los mismos intentaron cerrar la calle con un ecotacho de basura, pero como estaba lleno, se les hizo difícil moverlo y lo dejaron atravesado en una de las calles.

En la tarde del sábado, los manifestantes otra vez se agruparon en las afueras de la Gobernación y un grupo intentó otra vez provocar violencia, pero esta vez, los policías no respondieron y se retiraron. 

"Nos retiramos de la Gobernación para evitar enfrentamientos, les hemos indicado a los dirigentes que ellos son los responsables de los bienes, pero nos mantenemos en las inmediaciones", indicó el mayor Juan Carlos Andrade. 

Los manifestantes ingresaron en el edificio y colgaron banderas en los balcones y entonaron el Himno nacional, la gente entraba y salía, y hasta se tomaba fotos con la bandera tricolor que existe en el salón, otro grupo de jóvenes estaba sentado en el despacho del gobernador, pero al ver a los medios se retiraron, y en el edificio nadie se identificaba dentro de lo que calificaron como "toma simbólica" y ningún dirigente se hizo cargo.