La violencia criminal desatada en Durán tiene sumergidos en la angustia a quienes habitan en este cantón del Guayas, en donde entre la mañana del lunes y tarde de ayer martes se registraron siete hechos de sangre que han dejado un saldo de seis muertos y cuatro heridos.

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Pero más allá de la zozobra en que vive la población está el temor de quienes tienen hijos que se educan en algún plantel de esta localidad, pues los asesinatos, robos y extorsiones ocurren a cualquier hora del día y lo que es peor, los delincuentes ya no tienen reparo en disparar cerca de un establecimiento educativo o matar a alguien en presencia de un niño.

Prueba de esto es el crimen registrado la noche del lunes, a 100 metros de la puerta principal de la unidad educativa fiscal Provincia del Cañar y el atentado en contra de un padre y su hijo ocurrido la mañana de ayer a tres casas de un plantel particular, justo a la hora de ingreso de los estudiantes.

Ramón, quien tiene a su hija cursando el primero de bachillerato en la primera de las instituciones mencionadas, la cual está situada en la ciudadela Primavera 2, permaneció ayer como guardia parado junto a la puerta del colegio donde se educa su descendiente.

“Las autoridades de educación no nos dan solución, cómo es posible que en Durán con tantos asesinatos las clases aún sean presenciales, mataron a un hombre, necesitamos ayuda, ya no podemos con esta angustia”, clamó el progenitor.

Miguel Ángel, otro padre de familia, quien también llegó a este plantel, pero para pedir que le entregaran a su hijo, ya que se lo iba a llevar a casa, contó que lo único que sabe del asesinato ocurrido la noche anterior es que los criminales llegaron en un carro plomo y que arremetieron en contra de un hombre que caminaba por este sector.

“Imagínese, si mañana atacan a uno de los alumnos o si son alcanzados por una bala perdida, no podemos trabajar con tranquilidad, mientras nuestros hijos no están en casa. Deberían suspender las clases presenciales”, pidió.

El otro hecho de sangre, ocurrido a las 07:00 de ayer en el sector de Los Helechos y en que las víctimas fueron Lenín Oswaldo Orellana Andrade, de 48 años, y el mayor de sus hijos, por precautelar la seguridad de los estudiantes y del personal que allí labora, los directivos decidieran suspender las clases.

En este evento los criminales abordaron a los dos ciudadanos cuando llegaban a su domicilio, las víctimas trataron de evadir el ataque, mas los asesinos ingresaron a la casa y allí les dispararon.

Un morador relató que el ‘blanco’ de los matones era el hijo mayor de Lenín Oswaldo y que el atentado se habría originado porque el muchacho es miembro de una banda criminal. “Hace un mes abandonaron la casa, porque están amenazados de muerte, pero venían todas las mañanas a dar una vuelta a su vivienda, seguramente los esperaban para darles bala. Mi hija estudia en la escuela cercana, la traía a clases cuando se registró este hecho”, contó el morador. (AEB)

El pasado 30 de agosto este Diario solicitó una respuesta a las autoridades de educación con respecto a la violencia criminal que ha provocado la deserción escolar. Siete días después, recibimos la contestación, las cuales no fueron precisas.

No especificaron las acciones tomadas por esta cartera de Estado para precautelar la seguridad de los alumnos, más bien recomendó “que los estudiantes continúen con sus estudios de forma presencial”.

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