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Niños extorsionando a niños en el sur de Quito: el caso en investigación previa
Un menor de 13 años de otra unidad educativa habría pedido hasta 1.000 dólares a un estudiante. Sus compañeros hacían ‘vaca’ para ayudarlo
Alrededor de un colegio ubicado en Chimbacalle, sur de Quito, hay expectativa. Los vecinos vieron cómo esta semana hubo policías y padres de familia protestando. Una supuesta extorsión entre los estudiantes hizo que incluso se suspendan las clases presenciales por un par de días.
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La madre de la víctima relató a EXTRA que se enteró de lo que estaba pasando con su hijo, el pasado 23 de enero. “Se supone que cada 23 mi hijo tenía que dar dinero. Esta vez 45 dólares”, dijo.
Explicó también que fueron otras madres de familia quienes la alertaron, pues los compañeros de su hijo hasta hacían ‘vaca’ entre ellos para que pudiera pagar al extorsionador que no es estudiante de esa institución. “Averiguaron nuestros datos, amenazaron a mi hijo con hacer daño a toda la familia”, comentó.
Pacto de silencio
El alumno, de 13 años, acorralado y con miedo optó por intentar cumplir con las exigencias que llegaron a los 1.000 dólares. “Quisieron obligarlo a que vendiera droga dentro del colegio”, aseveró la madre. Sin embargo, para los padres, que enseguida empezaron las investigaciones, no fue nada fácil que los adolescentes cuenten los detalles. “Todo el curso hizo un pacto de silencio. Obviamente por el miedo”, comentó.
Hasta ahora no se conoce si el presunto extorsionador pertenezca a algún grupo de delincuencia organizada. Lo que sí se conoce es que tiene solo 13 años. “Es un niño extorsionando a otros niños”, aseveró.
Padres organizados
La madre del menor de edad agregó que el caso ya está en Fiscalía, por lo que las investigaciones se iniciaron, mientras tanto los padres se han organizado para crear brigadas de vigilancia afuera del colegio a la hora de entrada y de salida.
Un vocero del centro educativo dijo a EXTRA que el 29 de enero se retornó a la presencialidad de clases. Sobre la presunta extorsión enfatizó que se trata de una persona ajena a la institución, pero que no se podía entregar más información, ya que el caso está en indagación previa y el colegio es parte procesal. “Se desarrolló una mesa con los padres de familia para ampliar los dispositivos de seguridad en las periferias del colegio”, aseveró.
Cuando este Diario visitó la zona se pudieron ver dispositivos de seguridad. El capitán Danny Sánchez, jefe de Operaciones Motorizadas del Distrito Eloy Alfaro, explicó que se realiza un perfilamiento de personas sospechosas para registrarlas. “Sí conocimos de los hechos en el centro educativo, pero ahora competen al Ministerio de Educación y sistema de justicia”, agregó. Los patrullajes alrededor de los centros educativos de la zona también se intensificarán, según el uniformado.
El barrio también se organiza
Patricia Calderón, dirigente barrial, comentó que la zona ha tenido varios focos de inseguridad, pero que la organización vecinal ha logrado erradicarlos. “Estamos unidos y nos organizamos con los colegios vecinos. Todos enfrentamos la situación”, dijo.
Sin embargo, reconoció que sí han tenido que asegurar las puertas de los negocios. ”Se atiende por la rejilla”, aseguró. Hace un par de meses organizaron una m archa de antorchas por la seguridad.
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