Este jueves, el presidente venezolano Nicolás Maduro acusó a Estados Unidos de amenazar con deportar a migrantes venezolanos, mientras que en Perú, Chile y Ecuador, afirmó que los migrantes enfrentan persecución y desprecio. Maduro reiteró su llamado a que los ciudadanos regresen a Venezuela con un "proyecto" claro.

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El mandatario venezolano destacó que los migrantes venezolanos están siendo objeto de xenofobia en esos países, citando informes que ha recibido de venezolanos que viven en el exterior. Según Maduro, estos migrantes se enfrentan a la amenaza constante de deportación en Estados Unidos y a un trato despectivo en Perú, Chile y Ecuador. Además, señaló que muchos de ellos están en condiciones precarias, trabajando excesivamente para sobrevivir, a menudo con hasta tres empleos y sin suficiente dinero.

En paralelo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que su país está preparado para comenzar este agosto la implementación de un acuerdo con Panamá para el regreso de migrantes que crucen la peligrosa selva del Darién. Según la información del 8 de agosto, los vuelos de regreso serán hacia Colombia, que sirve como país fronterizo desde el cual los migrantes entran a Panamá.

El objetivo de este acuerdo es reducir el tránsito por la selva del Darién, un peligroso paso migratorio que ha sido cruzado por más de 216,000 personas en lo que va del año, en su mayoría venezolanos. En 2023, el número total de migrantes que atravesaron esta selva superó los 520,000, según datos oficiales de Panamá. El presidente panameño, José Raúl Mulino, ha advertido que el flujo de migrantes podría aumentar dependiendo de la situación en Venezuela tras las recientes elecciones del 28 de julio, dado el elevado número de migrantes provenientes de ese país.

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