“Dicen que uno se enferma más con eso (vacuna) que con la covid. Da ataques alérgicos. Yo no me explico cómo la crearon tan rápido”, espeta Ángel Villegas... Que se volverán estériles por un ‘pinchazo’ o que el coronavirus fue una enfermedad creada para controlar el mundo, son diversos los mitos que se propagaron en Internet, logrando que un sin número de personas duden sobre la seguridad de la inyección. EXTRA recopiló algunos mitos que circulan y los contrastó con dos especialistas en infectología. 

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), son dos de las agencias que han demostrado la seguridad y efectividad de la vacuna contra la COVID-19. “Los diferentes países, sobre todo los europeos, están muy por encima de ellos (farmacéuticas) para tratar de tener los controles respectivos”, recalca Washington Alemán, médico especialista en enfermedades infecciosas y docente de la Universidad Espíritu Santo.

Pese a que los ensayos clínicos en miles de personas fueron aprobados por el Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP), Alemán explica a EXTRA que las teorías en contra de la dosis vienen “primordialmente de grupos que se denominan en contra de las vacunas en general, no solamente la del COVID. Son grupos que, generalmente, muchos años atrás, sobre todo en Europa, ahora en Latinoamérica y Estados Unidos han venido creciendo”.

Según el especialista, dicho colectivo aprovechó la nueva inyección para atraer más adeptos a sus teorías conspirativas. “El agua potable y las vacunas son los descubrimientos más grandes que hay en la salud pública, porque han podido hacer desaparecer enfermedades y otras controlarlas”, finaliza. 

“Tengo conocidos que son médicos y me han dicho que la vacuna causa fiebre, mareo, vómito, escalofríos. Por eso yo no sé si ponérmela”, dice la guayaquileña Génesis Zambrano.

Sobre la duda, Alemán expresa que: “Todos los medicamentos independientemente que sea vacuna o no, tienen efectos colaterales en unos más o en otros menos. En caso de las vacunas, no solo en esta, van a tener efectos leves porque son biológicos que están inyectando al organismo”.

Aunque la idea de presentar malestar luego de aplicarse la dosis genera incertidumbre, Alejandro Rivas, médico internista guayaquileño con 35 años de experiencia en infectología, calma a los lectores y asegura a EXTRA que presentar síntomas de gripe estacional, dolor de cabeza o dolor en el brazo inyectado es completamente normal. 

Los ciudadanos encuestados respondieron que temían aplicarse la dosis porque había el rumor de que les podía generar una alergia.  Al respecto, los dos médicos recalcaron que, en los ensayos de la vacuna muy pocos pacientes presentaron un cuadro anafiláctico, dichos participantes ya sufrían de esta patología. 

“Los pacientes con alergias graves, tendrían que individualizar con su médico los beneficios y los riesgos”, detalla Alemán. 

Rivas argumenta que el mito viene por la poca información que tienen las personas sobre la ciencia y, al escuchar sobre el ARN de la vacuna, creen que se trata del ADN.

“El ARN que utilizan en un cierto tipo de vacuna, lo utilizan como un transporte para estimular para que ante de la presencia del virus poder tener la suficiente capacidad de neutralizarlo”, puntualiza Alemán.

Asimismo, Rivas amplía que la vacuna posee un sistema sintético que atenúa la peligrosidad de la COVID-19: “Es hecha con ingeniería genética, se producen los virus de manera artificial, no es dada de manera natural o viral. Entonces, lo que hacen estas micro-moléculas es estimular el sistema inmunológico”. Es decir, la vacuna posee componentes que se asemejan a la partícula F, que es la espuela peligrosa que entra a tus linfocitos y te infecta con coronavirus. 

Los especialistas reiteran que no hay registro que avale que la vacuna es letal para los seres humanos. Sin embargo, hay contraindicaciones para quienes tienen trastornos en la sangre, por ello, las industrias farmacéuticas han sugerido que no sea aplicada a este grupo.

“Las personas que fallecieron en Noruega coincidieron que se vacunó no se sabe si fue por el efecto de la vacuna o por las complicaciones que haya tenido”, menciona Rivas.

Los datos que se tienen por el momento de los 23 ancianos que murieron fueron dados por el Instituto de Salud Pública Noruego, en un boletín, informaron que estaban evaluando individualmente el caso dado a que los fallecidos eran considerados “pacientes frágiles” o “en estado terminal”.

“No hay evidencia. Totalmente falso”, responde Alemán. Los infectólogos explican brevemente que no hay indicio alguno que apunte a que la vacuna cause esterilidad. Además, detallaron que si no se aplica a embarazadas se debe a que aún no se ha realizado los estudios pertinentes para saber si existiría una contraindicación. 

“Las vacunas para los coronavirus se vienen hace más de diez años, otras enfermedades producidas por coronavirus como el SARS y el MERS son enfermedades que la industria ya venía estudiando”, aclara el docente universitario.

De acuerdo a lo descrito por el médico, los laboratorios aprovecharon los adelantos que tenían en sus estudios para las enfermedades mencionadas para crear en un tiempo relativamente rápido. Por otra parte, los profesionales mencionan que es la primera vez en que para los ensayos clínicos de una vacuna hubo muchos voluntarios dispuestos a recibirla, “eso hace que facilite probablemente los estudios para poder determinar la eficacia de la misma”, finaliza Alemán.

Ecuador inició el plan de vacunación el 21 de enero con 8.000 dosis. Los primeros en recibir la inyección, en la fase cero, son adultos mayores y médicos de la primera línea que atienden en los hospitales denominados centinelas. Por el momento, no se han reportado efectos secundarios graves.

Se estima que, para finales de febrero Pfizer enviará 86.000 vacunas, de un total de dos millones, porcentaje que llegará a partir de marzo.