Durante sus últimos 13 meses en prisión, Mayra Salazar trabajó con un equipo de psicólogos para prepararse para una nueva vida en el extranjero. Su salida del país es una medida de protección tras su colaboración en los casos Metástasis y Purga, que expusieron una red de corrupción dentro del sistema judicial.

Salazar forma parte del Programa de Protección a Víctimas y Testigos del Estado, pero su seguridad sigue en riesgo. Las mafias que ella ayudó a desmantelar tienen alcance global, y sus testimonios fueron un golpe letal para la organización criminal liderada por Pablo Muentes, exasambleísta del Partido Social Cristiano, vinculado al caso Purga.

Bajo las órdenes de Muentes, junto a los exjueces Fabiola Gallardo y Johann Marfetán (condenados a 13 años de cárcel), Salazar manipuló el sorteo de juicios para garantizar que los casos fueran asignados a jueces aliados.

LEA TAMBIÉN: Se reveló cómo Mayra Salazar hacía contacto con famosas de la televisión

Su abogado, Leonardo Toledo, explicó a EXTRA que el proceso de readaptación de Salazar incluyó un enfoque en “seguridad dinámica” para facilitar su reinserción en la sociedad. “A Mayra le quedó claro que no puede volver al país”, indicó Toledo, quien detalló que su clienta aún debe rendir declaraciones en juicios pendientes, pero lo hará por vía telemática.

El abogado también subrayó el peligro que representa permanecer en Ecuador. “Este es el país con la mayor tasa de sicariatos y secuestros en el mundo. Hasta yo he tenido que reforzar mi seguridad privada por este caso”, concluyó.

TE RECOMENDAMOS I "Muerte a Yuleysi Coca": ¿Qué hay detrás del grafiti que apareció en discoteca de Guayaquil?)

Su traslado

Salazar dejó la cárcel de Ambato a las 12:25 de ayer. Salió con un bolso, varios libros en las manos y un casco de protección en la cabeza.

Desde la madrugada la seguridad en el penal se había redoblado. A las 06:00, unidades tácticas de la Policía Nacional reforzaron los accesos. Tres horas después la tensión era palpable: agentes con armas largas patrullaban la zona, mientras una tanqueta blindada esperaba en las inmediaciones.

TE PUEDE INTERESAR: Mayra Salazar mencionó al esposo de Yuleysi Coca en testimonio del Caso Metástasis

El temor a un ataque era latente. Salazar no solo fue una pieza clave en el caso Metástasis, sino que, según su defensa, sobrevivió a nueve atentados dentro de prisión. Su salida se manejó con total hermetismo.

Pago y disculpas públicas

Para recuperar su libertad, ella tuvo que cumplir con los requisitos impuestos en su sentencia, entre ellos el pago de más de 22.000 dólares.

También acató la orden de publicar su sentencia en un medio de circulación nacional y ofrecer disculpas públicas. Con estos requisitos cumplidos, el juez de Ambato Christian Rodríguez certificó su liberación en la audiencia de ejecución de pena.

En prisión, Salazar se refugió en la lectura y la escritura. Ahora trabaja en la transcripción de su testimonio, donde narrará cómo se vinculó con Leandro Norero, narcotraficante fallecido en la Cárcel de Cotopaxi, y en el círculo del asambleísta Muentes.

También se confirmó que Wilmer Chavarría Barré, alias Pipo y supuesto líder del grupo narcocriminal Los Lobos, seguía con vida.

Según los mensajes de Salazar, Chavarría mantenía una rivalidad con Júnior Roldán, alias JR (asesinado en Colombia en mayo de 2023), quien lo habría atacado y causado daños en un ojo. “Por eso le decían el ‘tuerto Pipo’”, escribió Salazar en uno de los chats.

Al salir de la cárcel, cuatro camionetas escoltadas por militares y policías la trasladaron hasta el Comando de la Policía de Tungurahua. Allí, un helicóptero de Aeropolicial la esperaba para llevarla a Quito, desde donde saldría en un vuelo hacia otro país para empezar su nueva vida.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!