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En Cumbayá, el 70 % de los cables 'tallarines' en los postes están en desuso
Según un concejal, el 70 % del cableado en los postes “son muertos”. Ordenanza busca sancionar a operadores que no retiren el cableado
En Quito, el 70 % de los cables que cuelgan de los postes son basura en desuso. En zonas como Cumbayá, los vecinos conviven con un paisaje caótico donde los cables, entrelazados en enjambres, cuelgan de los postes formando una imagen desordenada y descuidada.
(Lea también: Cables en Quito: ¡‘Tallarines’ sin control!)
Daniela Pabón, quien ha vivido en el barrio San Marcos de Cumbayá durante 50 años, ha presenciado el crecimiento descontrolado del cableado en la zona. En calles como García Moreno y Eloy Alfaro, los cables atraviesan las vías tejiendo ‘telarañas’ entre los postes.
A lo largo de los años, ella ha perdido la cuenta de las innumerables solicitudes enviadas tanto a la Empresa Eléctrica como al Municipio para abordar esta problemática, sin recibir jamás una respuesta concreta. “Este problema va empeorando sin solución”, lamenta.
Diego Betancourth, otro morador del sector, señala que ha identificado que varios cables no funcionan. “Los inquilinos contratan un servicio, luego se van y esos (cables) quedan abandonados”.
Además, destaca que el problema afecta la seguridad, ya que muchos cables cuelgan tan bajo que los camiones los arrancan al pasar.

En la avenida Angélica Idrobo, las personas deben esquivar los que cuelgan a baja altura. Sofía Alarcón, propietaria de un restaurante, comenta resignada que ya se ha acostumbrado a la presencia de estos ‘tallarines’ frente a su local.
En la avenida Francisco de Orellana, cerca del Parque Central de Cumbayá, los residentes han tomado medidas improvisadas para evitar accidentes. En una esquina, han amarrado los cables sueltos a los postes.
Afirman que "no hay presupuesto" para soterramientos
Pedro Tapia, presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Cumbayá, manifiesta su preocupación por la creciente contaminación visual en la parroquia.
El funcionario indica que la administración anterior había solicitado incluir a Cumbayá en el plan de soterramiento de cables, pero la respuesta fue que “no hay presupuesto”.
La Secretaría de Territorio, Hábitat y Vivienda informó a EXTRA que para este año está planificado realizar el soterramiento en la avenida Francisco de Orellana, desde la calle Diego Robles hasta la vía Santa Inés.
El edil Michael Aulestia explica que en 2022 el Concejo Metropolitano aprobó una ordenanza para el soterramiento de cables, lo que implicaría intervenir en 2.000 kilómetros de cableado en la ciudad. Sin embargo, la falta de presupuesto ha retrasado su implementación.

Aulestia asevera que cerca del 70 % del cableado en los postes son “cables muertos”. La creciente demanda de internet ha generado que los usuarios cambien de proveedor sin que las empresas retiren sus instalaciones en desuso.
Por ello se plantea endurecer la ordenanza municipal y así establecer un control más estricto sobre las operadoras, exigiendo autorización previa para instalar o retirar esos cables. Además, propone un plazo de 180 días para el retiro del cableado en desuso, con multas de hasta 13.500 dólares para las empresas que incumplan.
El proyecto de ordenanza sigue en la Comisión de Conectividad, a la espera de informes del Ministerio de Telecomunicaciones y otras entidades.
Este año, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas planea soterrar ocho kilómetros de cableado: 6,5 km en La Pradera 2 y Calderón, al norte, y 2,5 km en la avenida Rodrigo de Chávez, al sur, para mejorar la estética de esas áreas.
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