A los tres muchachos que asesinaron en Solanda, en el sur de Quito, los velaron hasta el lunes 20 agosto. El hecho, que ocurrió la noche del domingo 18 de agosto, ha dejado conmocionado al barrio. Las víctimas fueron identificadas como: Joel Gómez, Alexis Vega y Jordan Maigua, jovenes de entre 21 y 22 años.

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EXTRA estuvo presente en las honras fúnebres de dos de los chicos. Walter Veloz, padrastro de Jordan, desmintió que la víctima haya estado relacionada con bandas criminales, pues se trataba de un estudiante de contabilidad de la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) y creaba contenido con lo que le apasionaba: el motociclismo.

La familia de Maigua explicó que él y otros compañeros de colegio se habían puesto de acuerdo para reunirse en La J, en Solanda, y tomar algunos tragos. “Era una reunión normal. Mi hijo incluso se quedó con la factura de las golosinas que compró por ahí”, recordó Walter.

Esto fue reafirmado por los familiares de Alexis Vega, de 22 años, aunque prefirieron no dar más detalles de su hijo. Su madre se excusó de conceder una entrevista debido al dolor que atraviesa. Sí contó que su hijo era un joven responsable, pues ya era padre de una pequeña de dos años y medio. Otro familiar dijo que no conocen al resto de chicos que estaban en la reunión.

La familia de Joel Gómez no fue localizada, pero en el perfil del chico están los mensajes de despedida de sus amigos. “Mi ñaño, siempre estuviste cuando más lo necesitaba. Siempre estabas apoyándome y ahora que no estás solo me quedan recuerdos (...) cuando salíamos a jugar básquet con la gente...”, comentó Anthony, uno de sus amigos.

También ha circulado en redes sociales la petición de ayuda para la familia de la víctima con los datos de la cuenta de la madre de Joel.

Walter Veloz agregó que la ambulancia tardó en llegar al sitio y que cuando llegó no salía pronto al hospital. “Se tardaron como 20 minutos que eran cruciales para que se pueda salvar”, agregó. Jordan falleció por una hemorragia interna, según sus familiares. “En tanto tiempo se iba a desangrar. Una hemorragia se atiende pronto”, reclamó su madre.

Ambas familias reclaman por la seguridad en Quito, así como el avance de las investigaciones para saber por qué sus hijos fueron víctimas de un ataque tan violento.

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