En el sitio Potrerillo, ubicado en la zona rural de Portoviejo, provincia de Manabí, hay temor e incertidumbre. La muerte de cuatro integrantes de una familia, incluido un menor de edad, ha interrumpido la tranquilidad que caracterizaba a los poblados de la campiña manabita.

La noche del viernes 11 de octubre la violencia dejó su huella en un ataque que ha sido descrito por los lugareños como despiadado y sangriento. Una ráfaga de aproximadamente 10 tiros marcó el inicio del macabro plan de sujetos armados.

Una vivienda de construcción mixta fue el escenario del hecho violento. Los pistoleros aprovecharon la noche e ingresaron a la propiedad para descargar los disparos de un arma de fuego calibre 9 milímetros.

“Miren lo que acaban de hacer con gente inocente”, se escuchaba decir a un hombre que filmó un video con los cuerpos sin vida, luego que los sicarios huyeron con rumbo desconocido y quemaran un vehículo a cinco minutos de la escena.

Las víctimas quedaron en diferentes partes de la casa. El cadáver de Hernán Serafín Zamora Zamora quedó en la cama donde descansaba. A pocos metros quedó el cuerpo de Rosa Isabel Macay Solórzano.

Según la Policía Nacional, los pistoleros recorrieron la vivienda buscando acabar con toda la familia. Fue así que en el patio dispararon a tres personas más: Juan Filamil Zamora Jama, a un menor de edad y una mujer. La identidad de esta última, la única sobreviviente del ataque, no ha sido revelada.

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De acuerdo con los registros de la Función Judicial, los fallecidos no registraban antecedentes penales ni procesos judiciales pendientes. Bajo ese contexto no hay una línea investigativa clara por parte de las autoridades, quienes no se han pronunciado al respecto.

Los moradores de Potrerillo temen que organizaciones delictivas traten de asentarse en la zona y eso traiga consigo hechos violentos como el ocurrido la noche del viernes.

“Aquí vive gente tranquila, que trabaja en labores del campo y es muy humilde. Todo esto nos sorprende y nos asusta un poco porque no estamos acostumbrados a casos así”, lamentó un vecino que prefirió el anonimato.

Los crímenes masivos en Manabí se han dado con más frecuencia las ciudades de Manta y Portoviejo. El 13 de mayo cuatro personas fallecieron en un ataque armado en un taller mecánico, ubicado en el barrio Centenario de Manta.

Un día después, delincuentes volvieron a disparar indiscriminadamente en una cancha de ecuavóley de la parroquia Leónidas Proaño, del cantón Montecristi. Dos personas murieron y ocho quedaron heridas.

El pasado 20 de mayo se registró un ataque armado que ocasionó la muerte de al menos cuatro personas en una cancha deportiva ubicada en el barrio La Pradera, en el norte de Manta.

El pasado 8 de septiembre tres hombres fueron asesinados cuando compartían un asado en el barrio 1 de mayo, en Manta. Otras tres personas resultaron heridas. Los sicarios usaron armas de fuego calibre 9 milímetros.

El 28 de septiembre, un bebé de cinco meses fue asesinado junto a sus padres cuando se movilizaban en un vehículo, en la avenida 5 de Junio, en Portoviejo.

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