La escena fue aterradora. “Solo sentí cuando empezaron los disparos y me tiré al suelo. Nos quitaron las billeteras y los teléfonos. Algunas personas se lanzaron a la zanja, pero mi hermano no pudo escapar de las balas. Él es uno de los siete fallecidos”, relató con voz quebrada uno de los sobrevivientes de la masacre en una gallera, del recinto Guachapelí, en el cantón Samborondón, la noche del domingo 29 de septiembre.

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El sobreviviente explicó que su hermano, Christian Geovanny Moreno Sánchez, era uno de los organizadores del evento gallístico, que reunió a más de 100 personas y que fue interrumpido cuando varios hombres, a bordo de motocicletas, arribaron al lugar y abrieron fuego con armas de calibre 9 milímetros y calibre 38. Aún no habían transcurrido dos horas cuando la energía eléctrica se cortó, dejando el lugar en la oscuridad.

“Todavía teníamos luz cuando comenzó el tiroteo, pero cuando la policía llegó para recoger los cuerpos, ya todo estaba a oscuras. Le doy gracias a Dios por seguir con vida; las balas me pasaban rozando”, añadió el testigo.

Otro familiar de las víctimas relató que el ataque habría sido el resultado de una pelea ocurrida horas antes entre dos hombres, cuando uno de ellos, tras perder una apuesta, sacó un arma blanca y apuñaló a su oponente.

“Se dice que el herido estaba grave, incluso que murió, pero no lo podemos confirmar. Los asesinos que llegaron a la gallera venían buscando venganza, pero la persona que buscaban ya se había marchado. Las siete víctimas y los tres heridos no tenían nada que ver, eran inocentes. Su único vicio eran los gallos, y ninguno tenía antecedentes penales”, explicó una allegada.

Entre los fallecidos se encontraba Perfecto Eleuterio Contreras Pavón, el dueño de la gallera y de la casa donde ocurrió la masacre, oriundo de Guachapelí. Las otras víctimas eran de diferentes recintos de Samborondón: Vista Alegre, General Gómez, El Espino y Tarifa, cantón que, hasta ayer, ya registraban 44 asesinatos, 18 más que el mismo período en 2023.

Las otras cinco víctimas mortales fueron identificadas como: Guillermo Leonardo Cruz Zavala, Stalin Xavier Poveda Zúñiga, Jefferson Gustavo Jurado Vera, Leonel Abel Abad León y Josué Marino Gordillo Gordillo.

Una fuente policial indicó que los criminales no solo dispararon contra los asistentes, sino que también les robaron sus pertenencias. “Los sobrevivientes señalaron que les obligaron a tirarse al suelo antes de abrir fuego. Mientras algunos de los atacantes buscaban a una persona, uno de ellos dio la orden de no matar a los niños. Luego de disparar, otro de los criminales exclamó: ‘Ese ‘man’ no está aquí’, y se retiraron”, detalló el investigador de la Policía.

El mayor Dennis Cárdenas, jefe subrogante de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased), informó que la policía fue alertada por el ECU-911. “Cuando llegamos, la escena era devastadora. En el lugar se estaba llevando a cabo una pelea clandestina de gallos cuando los sujetos armados llegaron en motocicletas y abrieron fuego. Estamos investigando el motivo del ataque y trabajando para identificar a los responsables”, concluyó Cárdenas.

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