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La gente esperó desde temprano para recibir la primera dosis de la vacuna en el hospital de Calderón, norte de la ciudad.Cortesía

El martirio por una vacuna se apoderó de Quito

Cientos de personas de la tercera edad hicieron largas filas para recibir la dosis. Muchos aguardaron hasta antes del toque de queda.

El martirio por recibir una dosis de la vacuna Pfizer duró todo un día. Desde la mañana de este 7 de abril, cientos de adultos mayores se dieron cita en diferentes puntos de Quito para ser inoculados.

Sin embargo, la desorganización fue cobrando factura a lo largo de este miércoles. Primero fue en el colegio Dillon, en el norte de la ciudad, en donde las personas llegaron y soportaron un fuerte solazo mientras hacían largas filas.

Entre ellos, por ejemplo, estuvo Alfonso Espinosa de los Monteros, quien aseveró que recibió la dosis luego de cinco horas de espera. “Sin palanqueos”, dijeron muchos usuarios de las redes que conocieron de la noticia.

Pero esa misma suerte no la tuvieron todos. En el hospital de Calderón, norte de la capital, la situación fue mucho más angustiante.

Asimismo, adultos mayores esperaron hasta poco tiempo antes que llegara el toque de queda. La gente se quejaba que no eran atendidos, al parecer, porque las vacunas no llegaban.

Aun así, no tuvieron más alternativa que seguir haciendo fila. Debido al evidente problema que se causó, se solicitó la renuncia de Mauro Falconí, ministro de Salud.