La orden para detener al exmandatario Abdalá Bucaram Ortiz, quien se encontraba con arresto domiciliario y porta un grillete electrónico, llegó desde Quito. El delito por el que ahora es investigado: delincuencia organizada.

En la capital de la República, Bucaram, de 68 años, será sometido a una audiencia de formulación de cargos, donde el juez que lleva la causa dispondrá si va a prisión preventiva o le impone una medida sustitutiva.

Abdalá, quien fue presidente de los ecuatorianos desde agosto de 1996 hasta febrero de 1997, fue detenido la madrugada del miércoles 12 de agosto de 2020, dentro de su domicilio, ubicado en la ciudadela Kennedy, en el norte de Guayaquil.

Un gran despliegue policial

El allanamiento a la vivienda del exgobernante fue realizado por un fiscal de Quito, policías del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) y de la Dirección General de Inteligencia de la Policía Nacional (DGI).

Pasadas las 07:00, Bucaram fue llevado en un vehículo de la Policía hasta el Cuartel Modelo de Guayaquil, luego fue trasladado para una valoración médica hasta las instalaciones del GIR, ubicado en la vía a la costa. Después de los respectivos chequeos sería trasladado a Quito, pero por los supuestos problemas cardíacos que presentó fue llevado hasta el hospital Abel Gilbert Pontón, en el suburbio de Guayaquil.

La Fiscalía General del Estado informó que en este caso también están involucrados el hijo del exmandatario, Jacobo Bucaram Pulley, tres funcionarios de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) de Quito, “contra quienes se inició una investigación en mayo de 2020 por la presunta relación con los israelíes detenidos en Santa Elena”.

En junio pasado, Bucaram fue detenido por el presunto delito de tráfico de armas y municiones.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo, indicó que “el juez dispuso no solo la detención, sino el allanamiento, y que en la audiencia se determinarán cuáles son los delitos y los responsables”.

“Lo quieren matar”

María Rosa Pulley Vergara, esposa del expresidente, sostuvo que violaron los derechos humanos al ingresar en su vivienda y romper las puertas de su propiedad. “Mi esposo está delicado, imagine despertarse de esa forma. No me han dejado entrar a verlo”, dijo.

Acotó que no es conveniente que se lo lleven a Quito “si quieren investigarlo pueden hacerlo en cualquier momento, tiene su grillete y saben donde está. Él va todos los días a la Fiscalía, porque no lo hicieron allá. A Abdalá no lo quieren apresar, sino que lo quieren matar. No tenían necesidad de hacer el show que hicieron en esta mañana”, manifestó Pulley.

Mientras hablaba con los medios de comunicación, la esposa del exgobernante se comunicó por teléfono con su hijo Abdalá (Dalo) sobre quien también pesa una orden de captura. “Debo rechazar este acto perverso del Gobierno de nuestro país en contra del expresidente. No lo están investigando, no quieren esclarecer justicia, al presidente Bucaram lo quieren muerto”, afirmó Dalo vía telefónica.

Alfredo Arboleda, abogado del exmandatario, manifestó que desconocía que su cliente era objeto de otra investigación que se desarrollaba desde la capital de la República.