Exclusivo
Actualidad
Madre llamó a su peor 'pesadilla', en Quito
La señora no creyó en la autopsia de su hijo, que reportó muerte en un accidente de tránsito, y se contactó con una comadre que la había amenazado.
Aunque la autopsia reveló que la causa de muerte de su hijo fue por un accidente de tránsito, Guadalupe continúa con la duda.
Cuando hallaron el cadáver el domingo pasado, en la calle Mariscal Sucre, norte de Quito, la madre notó que tenía heridas y afirmó a este Diario que sus huesos estaban fracturados. Que lo habían matado.
Ella presumía entonces que su comadre, quien una semana atrás supuestamente la había amenazado con quitarle la vida a uno de sus vástagos si no le paga cinco mil dólares, era la principal sospechosa.
Días después, Guadalupe se atrevió a llamarla. Del otro lado de la línea, su comadre habría dicho que no tiene nada que ver con la muerte del menor, de 14 años. Y supuestamente le recalcó que la amenaza sigue firme.
Además, la comadre le habría dado la posibilidad de pagar la deuda en cuotas semanales de 400 u 500 dólares.
Hay una informante
Guadalupe, su comadre y otras 13 personas estuvieron en prisión por asociación ilícita y por tráfico de estupefacientes hace tres años. Luego de 12 meses salieron tres por falta de pruebas, entre ellas, ambas mujeres. Desde ese entonces existe la deuda.
La afectada se dio cuenta que hay una mujer del sector (Atucucho) quien le está ‘encamando’ a su comadre que Guadalupe quiere quedarse con el control de la venta de drogas en el barrio. “Si fuese así, tuviese hasta para pagarle”, dijo.
La familia Guadalupe está reuniendo todas las amenazas que han recibido vía telefónica como respaldo por si en un futuro atentaran contra la vida de algún miembro.
Guadalupe contó que dos semanas antes de que muriera su hijo, la comadre le habría escrito un mensaje: “Vine viéndoles a tus hijas en el Tejar... y ya van a ver las c... lo que les voy hacer.”
"Nunca pensé que era mi cuñado"
Jefferson R. trabaja como guardia en el Hospital San Francisco, en el norte de la capital. El domingo pasado estaba de turno y a las 21:30 llegó un paciente por emergencias. Según el hombre, no se podía identificar si era joven o adulto porque estaba con la cara hinchada. Luego, un galeno le pidió que buscara entre sus pertenencias algún documento. Pero encontró un celular, y al ver entre sus contactos a personas conocidas se percató que la víctima era el hermano de su novia. “Nunca pensé que era mi cuñado”. Antes de llamar a los familiares, el galeno le dijo que el adolescente tuvo una muerte cerebral.