Los huracanes John, en México, y Helene, en Estados Unidos, han causado estragos devastadores en ambos países. Las autoridades mexicanas informan que el número de fallecidos a causa de John llega a 22, mientras que Helene ya ha cobrado al menos 41 vidas.

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John ha impactado México desde el lunes, mientras que Helene, que se convirtió en un poderoso huracán de categoría 4, tocó tierra en la costa noroeste de Florida la noche del jueves.

Hacia la tarde del viernes, más de 4.6 millones de personas en Estados Unidos se encontraban sin suministro eléctrico, mientras miles de trabajadores se dedicaban a limpiar escombros, despejar maleza y reparar postes eléctricos para restablecer el servicio.

En EE. UU. casi mil vuelos han sido cancelados, la mayoría de ellos en los aeropuertos internacionales de Charlotte (Carolina del Norte), Atlanta (Georgia) y Tampa (Florida).

En Oaxaca, estado del sur de México, al menos 30 localidades permanecen incomunicadas debido a deslaves y el desbordamiento de ríos tras el paso de John, que ha dejado tres muertos en la región.

Cristina García, una residente afectada, compartió su experiencia: “Aquí es un gallinero, donde estaban mis animales. Hay mucho lodo y, lamentablemente, todos mis animalitos fueron arrastrados. No me dio tiempo de salvarlos antes de que el agua entrara en la madrugada”.

El ciclón John sorprendió a muchos, ya que inicialmente se esperaba que se degradara a depresión tropical al tocar tierra el miércoles en Chiapas. Sin embargo, se intensificó, aceleró y cambió de rumbo el lunes, alcanzando la categoría 3 y golpeando la zona de la Costa Chica de Guerrero.

Cientos de personas han presenciado el colapso de sus barrios debido a deslaves de tierra, mientras que otros se han visto obligados a utilizar lanchas para desplazarse en medio de las severas inundaciones.

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