Exclusivo
Actualidad
El ingenio de los guayaquileños para protegerse de la delincuencia durante los apagones
Existe temor ciudadano por lo que pueda suceder. Así se 'arma' la población
Zoila Navarrete Bailón, quien ha vivido durante 45 años en el bloque 3 de la cooperativa Unión de Bananeros, en el Guasmo Sur, de Guayaquil, ha creado su propia ‘alarma de seguridad’ para protegerse de cualquier bandido que intente sorprenderla durante las ocho horas de oscuridad en Ecuador.
(Te invitamos a leer: Apagones Ecuador: ¿Operadoras de telefonía funcionarán con normalidad?
Para el apagón programado por el Gobierno Nacional, desde las 22:00 de este miércoles hasta las 06:00 de mañana, su sistema consiste en una simple pero efectiva combinación: una silla plástica y cinco ollas, siempre listas para hacer ruido y alertar cualquier amenaza.
La mujer, de 59 años, reside en una de las zonas más conflictivas no solo de Guayaquil, sino del país. El barrio en el que habita es parte del distrito Sur, que ha registrado en este año 222 asesinatos entre el 1 de enero y el 17 de septiembre. Apenas a dos casas de la suya, la madrugada de ayer, apareció el cuerpo desmembrado de un hombre.
“Estar ocho horas sin luz es alarmante, sobre todo viviendo en un barrio tan inseguro. Antes teníamos rejas que nosotros mismos instalamos, pero la Policía las retiró tras un operativo. Ahora debo estar ‘ojo al piojo’, alerta ante cualquier ruido. Si escucho algo, me levanto de inmediato, si las ollas se caen es señal de que algo pasa. Voy a tener un palo de escoba junto a mi cama”, relató Zoila, quien vive con su madre, hija y nieta, decidida a proteger su hogar.
Su vecina, Bertha Quiñónez Nicola, de 77 años, se enteró del apagón a través de las noticias y por las redes sociales. Tomando precauciones, compró un candado para la puerta del cerramiento y colocará un sillón detrás del ingreso principal, como una barrera improvisada.
“Servirá como estaca. Este barrio era tranquilo, pero últimamente han aparecido muertos, y justo en la madrugada, lo cual me preocupa. En mi casa vivimos dos mujeres y un niño. Solo nos queda encomendarnos a Dios y pedir protección. Con los vecinos hemos pensado reunir dinero para comprar una batería que ilumine el barrio”, comentó Bertha con inquietud.
Jesús Lenín Terán, otro residente de la zona, considera que estar tanto tiempo a oscuras representa un peligro, especialmente en sectores donde los asesinatos son constantes. Como medida de protección, colocará una escalera de metal detrás de la puerta de su casa.
“Cuando nos toca, nos toca. Solo me encomiendo al de arriba y me mantengo alerta, no queda de otra”, expresó Jesús, de 44 años.
Por su parte, Irene Rodríguez, quien lleva 15 años viviendo en la cooperativa Horizontes del Fortín, que es parte del distrito Nueva Prosperina, una de las áreas más violentas de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), con 224 asesinatos en 2024, asegura que estará alerta durante las horas en que el país carecerá de energía eléctrica.
“Vivo sola, así que esta noche y madrugada descansaré en el mueble, no creo que pueda dormir. Pondré candado en todas las puertas y ya me abastecí de velas para no quedarme a oscuras”, contó la septuagenaria, preocupada por su seguridad..
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE