En el hospital Eugenio Espejo, uno de los más importantes de Quito, no tienen medicamentos para los pacientes con coronavirus que son atendidos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y eso está incrementando la mortalidad.

Ante esto, los profesionales de aquel establecimiento hicieron un llamado urgente al Gobierno para obtener más recursos. Manuel Jibaja, jefe del área UCI, explicó que el manejo de los pacientes se ha vuelto más grave con las nuevas variantes del virus, que son más agresivas.

Se están quedando sin sedantes, relajantes y analgésicos para tratarlos. “Al no haber medicamentos de primera opción, optamos por otros”, dijo. Esto quiere decir que se toman más tiempo en el tratamiento porque deberán probar la eficacia en cada paciente según su edad y comorbilidades.

También, al no usar los medicamentos adecuados, se puede lastimar a las personas.

Por si fuera poco, las máquinas de anestesia y los ventiladores están destruidos por su constante uso desde que se inició la pandemia por la COVID-19.

La nueva gerente del hospital, Mercedes Almagro, señaló que los propios médicos han tenido que improvisar nuevos artefactos para reemplazar los obsoletos, como los drenajes. “No hay suturas. Para operar a un paciente utilizamos hasta el último pedazo de hilo para que no se desperdicie”.

Almagro también añadió que para adquirir insumos hay trabas. Hay que hacer un procedimiento de 16 pasos que ralentizan la adquisición. “Se están gastando los recursos del 2019 y 2020. Pero llegará un momento que el sistema colapsará”, comentó.

La problemática no solo es en las áreas COVID sino en todo el hospital, en el que diariamente reciben de 1.200 a 1.500 personas por consulta externa.

María Díaz esperaba sentada ayer bajo un sol sofocante a que le atendieran a un familiar que necesitaba hacerse una diálisis. Ella llegó a las 05:00 y hasta el mediodía no recibía atención.

Manuela Mosquera, representante de un gremio de trabajadores, señaló que esto es porque los médicos están a tope. Diariamente cada uno atiende hasta 30 personas.

SISTEMA COLAPSADO

En otras casas de salud el panorama no mejora. Las áreas donde hay pacientes infectados y en estado grave siguen saturadas.

En el hospital IESS Quito Sur, por ejemplo, existen 95 personas que esperan un espacio en UCI y 70 para ingresar a una sala de hospitalización.

En cambio, en el hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) hay un ligero respiro en los espacios de hospitalización que están copados en un 91 %, pero las áreas UCI siguen colapsadas.

En este centro hospitalario también existen denuncias de profesionales de la salud de que no hay medicamentos para tratar a los pacientes graves.