Exclusivo
Actualidad
Hombre degollado en el Guasmo de Guayaquil: Una vida marcada por el vicio y la tragedia
Guambrito fue encontrado frente a una panadería, aún con la pipa en la mano. Cuando estaba ‘llevadote’, solía provocar altercados con los transeúntes
“Hemos vivido casi 20 años de sufrimiento y angustia debido a la adicción de mi hermano, pero nunca perdimos la esperanza de recuperarlo. Aunque a veces desaparecía, sabíamos que seguía con vida. Nuestro dolor se agudizó”, expresó con tristeza uno de los hermanos de Armando Ezequiel Vega Villacrés, quien fue asesinado la madrugada de ayer en el sur de Guayaquil.
(Te invitamos a leer: Brutal masacre en Guayaquil: Banda criminal quema vivo a anciano y asesina a familia)
El cadáver fue hallado alrededor de las 06:00 por personas que salieron temprano de sus casas con la intención de comprar el desayuno en una panadería de la coop)erativa Nueva Granada, en el Guasmo Central. El cuerpo yacía a las afueras del local, cubierto de sangre, con dos profundas heridas en el cuello.
Los familiares de Armando conocieron la terrible noticia por los vecinos. Al llegar al lugar, confirmaron que se trataba del penúltimo de nueve hermanos, quien había consumido drogas desde los 15 años.
“Estuvo en al menos 10 clínicas de rehabilitación. Siempre lo apoyamos, le aconsejábamos que dejara el vicio. Se recuperaba, pero volvía a caer, tal vez por las malas compañías. Hace dos años se fue de la casa y desde entonces vivía en la calle. Siempre temimos que algo así sucediera. Cuando encontraron su cuerpo, al parecer estaba consumiendo, tenía la pipa en la mano. El vicio lo llevó a la tumba”, comentó con pesar otro de sus hermanos.
Vivia en situación de calle
Según los familiares, quienes son oriundos de la provincia de Bolívar, Armando Ezequiel, debido a su adicción, vivía en situación de calle. Para costear sus vicios, recolectaba envases plásticos y cartones, y con el dinero que obtenía compraba sus drogas.
Los vecinos de la zona mencionaron que la víctima había tenido problemas con varias personas del sector, ya que solía estar bajo los efectos de los estupefacientes y en ese estado buscaba peleas con los transeúntes.
“Lo conocíamos como Guambrita porque era de la Sierra. Siempre estaba drogado, insultaba a la gente y tenía conflictos, pero no merecía una muerte tan violenta. Lamentablemente, las drogas destruyen a las personas y muchos terminan de esta manera”, señaló un residente del lugar.