Tuvieron que pasar más de seis meses para que los familiares de Karla Maribella Calderón Almeida -al fin- pudieran recuperar la casa que le fue arrebatada por delincuentes, así como la vida de esta guayaquileña.

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El pasado 23 de diciembre, varios sujetos, a bordo de motocicletas, llegaron hasta el inmueble ubicado en el plan habitacional Ciudad Victoria 2, en el noroeste del Puerto Principal, y a la fuerza se apoderaron de la vivienda, pero antes golpearon, arrastraron y, para rematarla, le propinaron un tiro en la cabeza a su dueña.

Con tristeza, la madre de Karla, de 38 años, contó que su hija era extorsionada por criminales que operan en este sector porteño, quienes le exigían 30 dólares mensuales para no atentar en contra de su vida o de quitarle su hogar, donde habitaba con sus dos hijos.

“Mi hija estaba enferma, padecía del corazón. Estaba en tratamiento, no había podido cancelarles la cuota del mes, no tenía dinero. La madrugada del 23 de diciembre entraron a su casa, ella estaba en su dormitorio y allí la mataron, delante de sus hijos. A ellos se los llevaron y los dejaron abandonados por la terminal terrestre”, recordó la señora.

Karla Maribella era madre soltera, tenía diez años residiendo en dicho inmueble, que compró a crédito, pero ya había terminado de pagar.

Sus padres contaron que, cuando se enteraron de que la Policía estaba realizando operativos en el distrito Nueva Prosperina, para recuperar las casas que le habían sido arrebatadas a sus propietarios, ellos decidieron armarse de valor y denunciar el ‘secuestro’ del inmueble de su única hija.

“En el dormitorio que era de mi hija todavía hay rastros de su sangre. Se llevaron las cosas de valor, los enseres, cogían la vivienda como guarida”, mencionó el padre de la fallecida.

Sin embargo, esta familia guayaquileña no es la única que padece el azote de bandas delincuenciales que, a la fuerza, se han apropiado de las viviendas en este sector de la ciudad.

Otra lugareña contó que hace dos años varios hombres llegaron a su casa y apuntaron con armas de fuego a su esposo y dijeron que tenían que salir de la casa o los mataban.

“Nos fuimos por miedo a que nos hicieran daño. Nos pedían 3.000 dólares para devolvernos la casa. Decidimos pedir ayuda y recuperar nuestra vivienda que compramos hace 4 años. Aunque tenemos miedo de volver, ya que podrían tomar represalias. Aquí todos somos ‘vacunados’. Nos sentimos secuestrados. Si no pagamos, nos amenazan con quitarnos o, lo que es peor, matarnos”, afirmó la señora de 43 años.

El teniente coronel Roberto Santamaría, jefe del distrito Nueva Prosperina, informó que en el plan habitación Ciudad Victoria cuenta con 1.563 viviendas y que a cada uno de los propietarios, las organizaciones criminales asentadas en el lugar les piden 30 dólares mensuales.

“Mensualmente sacan más de 50 mil dólares en extorsión, incluso piden 2 dólares a los habitantes por ingreso de vehículos. Aquí están Los Águilas y Los Fatales. Algunas de las casas están desocupadas, sirven como guaridas de delincuentes, donde guardan objetos robados. Encontramos luminarias públicas. Hemos puesto alarma comunitaria, para que llamen a la policía en caso de una emergencia”, indicó el jefe policial. 

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