Aunque estaban dormidos luego de amanecerse tomando unas cervezas, a dos muchachos se les pasmó el sueño con un susto: oyeron varios disparos fuera de la casa en donde se encontraban. Luego, ya no pudieron descansar.

Los balazos acabaron con un hombre en un callejón estrecho de la cooperativa Francisco Jácome, en el noroeste de Guayaquil. Este hecho se registró a las 11:00 de este domingo 3 de marzo del 2024.

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“Se oyeron como cinco o siete tiros. No sabíamos bien quién era porque ya salimos después, cuando la gente estaba alborotada”, contó uno de los chicos.

El cadáver quedó en la calzada, a unos 12 de metros del domicilio donde estaban los jóvenes. Se encontraba boca abajo y tenía el torso desnudo, no cargaba camiseta.

Un residente y una vecina indicaron que al ciudadano no lo conocían en la zona, por eso no sabían cómo se llamaba. Sin embargo, al lugar sí llegaron sus familiares al poco tiempo, consternados por lo sucedido.

El teniente de Policía Hamilton Tul, guardián del distrito Florida, indicó que él y un grupo de uniformados acudieron al sector al ser notificados de que se encontraba un cuerpo sin vida en la calle.

“Por versión de los moradores, aparentemente en una motocicleta habían estado circulando tres personas y una de estas, la de en medio, había estado maniatada”, explicó.

El hombre que terminó acribillado era precisamente el que estaba como apretujado entre el conductor y el otro ocupante. La víctima, al estar en esa compleja situación, forcejeó con los dos sujetos y se lanzó del liviano vehículo. Después quiso correr para alejarse de ellos, quienes en respuesta le dispararon, provocando que caiga y pierda la vida al poco tiempo.

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Aunque el caso está siendo investigado, una posible del crimen es que se trate de un secuestro cometido por miembros de una organización terrorista. Pero de ser ese el caso, habría que determinar si es con un fin económico o por una venganza.

“Se han escuchado alrededor de siete disparos, indican los moradores. Asimismo se pudo observar como único indicio una bala deformada, aparentemente el arma utilizada habría sido un revólver”, detalló Tul.

Recicladores que suelen buscar objetos botados por el sector mencionaron a los policías que sí habían visto al ciudadano antes por el área. Pero los gendarmes trataban de verificar la identidad del fallecido.

El cuerpo presentaba un impacto de bala en la cabeza, según se constató en una primera observación. No se pudo revisar el cuerpo más detalladamente para ver más heridas, pues había demasiada sangre en gran parte de la piel.

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