En dos sitios de Monte Sinaí, con una distancia de unos tres kilómetros entre sí, encontraron este jueves 22 de junio de 2023 una cabeza humana y un cuerpo desmembrado. Los hallazgos macabros tendrían que ver con venganzas entre bandas delictivas, según información policial.

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La primera alerta fue pasadas las 07:00, en la avenida Casuarina, frente al sector conocido como Las Piscinas, por haber un balneario con albercas. Junto a un poste y cerca de un paradero de motos lineales que se ocupan para fletes, encontraron la cabeza.

La pieza anatómica estaba dentro de una funda negra, la cual tenía un papel pegado con una advertencia.

El teniente coronel Roberto Santamaría, jefe policial del distrito Nueva Prosperina, indicó que el mensaje da a entender que la persona a la cual pertenece la cabeza sería el autor de crímenes contra una banda delictiva, en favor de otra agrupación criminal. Por esa razón se lo habría asesinado.

Al momento, no se ha identificado a qué ciudadano podría corresponder aquel cráneo. Pero, según dijo el agente, tienen la sospecha de que pertenecería a un cuerpo decapitado que encontraron la noche del martes, en otra área del noroeste de la urbe.

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Aproximadamente una hora después, gendarmes hallaron un cadáver desmembrado, en un terreno baldío, cerca de la urbanización Millenium. El cuerpo tenía las piernas cortadas de la rodilla para abajo, según se observa en una foto a la que este medio tuvo acceso.

“No tenemos datos de la víctima, no sabemos quién es y eso se confirmará en base a las investigaciones que se realicen”, comentó Santamaría. El cadáver, pese a estar cortado, tenía todas sus partes.

Según explicó Santamaría, los asesinatos de personas a quienes después cortan y abandonan en partes tienen que ver con mensajes de amenaza o advertencia entre bandas delictivas.

Además, refirió que, en muchos casos, el hallazgo de estos cuerpos tiene un patrón definido. Las personas sin vida son dejadas en zonas alejadas, de difícil acceso vehicular.

Después de unas horas, presuntamente los mismos integrantes de las agrupaciones delictivas, a través de una llamada anónima, avisan en dónde están los cuerpos.

Posteriormente botan el chip que utilizaron para llamar, evitando ser descubiertos con facilidad.

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