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Jannet González alimenta a los animalitos de la calle que se cruzan por su camino. Quiere que sus vecinos también los cuiden.HENRY LAPO

Janeth González: ¡La guardiana de los sin voz!

La mujer enseña a sus ‘vecis’ del barrio Calderón de la Pampa sobre esterilización y bienestar animal. Ha cambiado la vida de algunos perritos

El anhelo de Jannet González de tener un perrito fue creciendo durante los ocho años que vivió en Madrid, España.

Ver a sus vecinos ir de paseo con las mascotas caló tan profundo en ella que cuando regresó a Ecuador (en abril de 2013) no solo adoptó siete ‘hijos de cuatro patas’, sino que se decidió a cambiar la realidad de los animalitos de compañía.

“Allá no hay perros callejeros. La gente es muy responsable. Los sacan a pasear tres veces al día y están pendientes del bienestar”, asegura.

El barrio Calderón de la Pampa, en el norte de Quito, es el hogar de la mujer desde hace ocho años. Allí ha educado a muchos de sus ‘vecis’ sobre la tenencia adecuada de los canes. “Siempre me gustó estar involucrada en los temas de la comunidad y lo mejor es que lo hago desde algo que me gusta mucho: los animales”, añade.

"Mi vecina rescata perros, los esteriliza, educa a los vecinos, les da de comer a los de la calle”, Marcia Carrera.

Cada mañana, salta de la cama y en grupos de tres o cuatro lleva a sus mimados a pasear por el parque. En su trayecto se encuentra con otros ‘peludos’, que aunque tienen casa viven en el abandono. “Con los años he aprendido a identificar cuándo un animal tiene hambre o sed. Les compro su alimento y me quedo a su lado hasta que terminen de comer porque, bueno, siempre hay gente no tan buena”, resalta.

Pero más que adoptar a cuanto animalito se le cruce, la ‘veci’ quiere educar a los moradores del barrio para que esterilicen y cuiden a sus mascotas.

La ‘veci’ vivió en España por ocho años. Allá tenía el anhelo de tener una mascota para cuidarla.HENRY LAPO

Pasito a pasito

Aunque su labor ha tenido buena acogida entre los habitantes de Calderón de la Pampa, el trabajo de Jannet ha sido arduo y muchas veces mal visto. “A una la tildan de loca, pero el ver animalitos en la calle me rompe el corazón. Me cuesta mucho… He cambiado la vida de algunos, sobre todo de dos a los que tenían encerrados. Ya estaban muy agresivos, muy inquietos, y ahora los sacan a pasear. Sus familias lo entendieron con el tiempo”, señala.

La mujer mantiene a sus siete ‘hijos de cuatro patas’. Los adora y los saca a pasear en grupos.HENRY LAPO

Pero hay otros más ‘ruditos’ a los que la vecina también espera llegar con un poco de paciencia.

“Mi anhelo ahora es hacerles razonar. Espero que la gente tenga conciencia social y solo quiero poder educarlos. No deseo más que eso, que aprendamos a ayudarnos los unos a los otros y, sobre todo, a esas criaturas tan nobles que no tienen voz”.