Exclusivo
Actualidad
General Pablo Rodríguez: "En la Policía Nacional está enquistada una mafia"
El general Pablo Rodríguez denuncia que mafia dentro de la Policía opera para favorecer actividades de carácter político a conveniencia de los 'duros'
La historia de los narcogenerales no resultó del todo cierta. Lo que había detrás era una investigación a una mafia del narcotráfico, que se archivó, tras varios usos aparentemente políticos
- A usted lo sacaron de la Policía porque no tenía el puntaje para ascender, pero hoy se sabe que fue una trama de la comandante. ¿Qué opina?
- Todo el proceso de ascenso fue manipulado. En toda mi carrera policial siempre fui la primera antigüedad. Siempre tuve puntajes sobre 19, pero la señora Varela me calificó con 11,76. Ya sabía que era ilegal, pero con el informe León de Troya y el informe del Frente Parlamentario Anticorrupción queda claro que también fue perverso.
- ¿En sus más de 35 años en la Policía ha visto eso de infamar con informes falsos, de incriminar a personas, a los propios generales?
- En procesos anteriores (de ascenso) se han sacado a magníficos generales. Ahora veo que han sido separados con el mismo mecanismo. La institución policial, en determinados momentos, respeta la institucionalidad, pero en otros se manipula la información y se convierte en una mafia. Es muy duro pero es la realidad: hay una mafia que está enquistada dentro de la Policía Nacional para favorecerse de actividades de carácter político.
- ¿Y esa mafia cómo actúa?
- Sacan a la gente que no le es servil. Ahí está el caso del general Fabián Salas, exdirector financiero. Fabián, quien me ha autorizado hablar, presentó una denuncia por intimidación contra Varela. Él me cuenta que lo presionaba para que cambie unos informes sobre nuestros reingresos a la Policía, tras ganar una acción legal. Era ilegal y dijo no. Inmediatamente lo sacaron de la Policía y retiraron la visa. Él se asustó, llegó a pensar que lo podían incriminar, abrir el carro, ingresar a la casa y ponerle droga. Ahora está en México pidiendo refugio. ¿Se imagina un general asustado de lo que puede hacer la Policía?
- ¿Con qué objetivo lo quitan de en medio a usted?
- En su momento creía que era para tener cupos para ascender a otros generales, entre estos el esposo de la comandante. Ahora, con el informe León de Troya, me doy cuenta de que les era incómodo (...) incluso de los EE.UU. sabían que nunca hubiera permitido que una investigación por narcotráfico terminara archivada o utilizada políticamente.
-Incluso un embajador de EE.UU. se sumó a esta conjura llamada narcogenerales...
- Yo creo que él fue utilizado. Le dieron información incompleta. Porque si él hubiera conocido el contexto, que involucra a Chérrez y a Danilo Carrera, que incluso compromete al círculo del presidente, no hubiera dado esas declaraciones.
- ¿Qué había detrás?
- La comandante y dos generales usaron el caso León de Troya con un interés político. Nunca se ha confirmado a un comandante en el cargo. Solo lo ha hecho el presidente Lasso. Yo creo que ya para entonces ya estaba secuestrado.
- ¿Por qué secuestrado?
- Secuestraron su conciencia cuando le informaron del caso y le dijeron que su cuñado era uno de los investigados. El manejo perverso de un informe policial ha puesto en peligro la democracia. - El informe del Frente Parlamentario Anticorrupción vincula a la general Tannya Varela en una organización narcodelictiva, la madrina, dice.
¿Esto le sorprendió?
- No, para nada. Antes de que la señora Varela sea comandante surgió una alerta. Un general investigó e incluso se entrevistó con una persona que dijo que había organizaciones delictivas que hablaban con policías. Pero mire, inmediatamente que los generales nos sacan hay un despunte de las muertes violentas. Cuando uno se va dando cuenta que alguien está favoreciendo a una organización y perjudicando a otra, eso se ve en las calles, en las muertes; es simplemente la respuesta de estas acciones.