Amotinados como si se prepararan para un combate de boxeo, cerca de 30 ‘freestylers’ se reunieron en un pequeño quiosco en el que apenas se pueden dar pasos.

Algunos de ellos, en el parque de Martha de Roldós, al norte de Guayaquil, empiezan a caminar desesperados mientras otros hacen sus juegos métricos al compás de un ‘beat’.

Para calentar el ingenio, algunos rapean sobre la inseguridad en Ecuador, pero la vida, curiosamente, es de contrastes: en uno de los pilares del lugar hay una foto de un desaparecido.

Estas batallas no se tratan de golpes, aunque muchas veces, entre los competidores, se ‘pecheen’, empujen o hasta se metan con la madre del otro.

Los ‘rounds’ son de tres minutos y cuando suena cualquier ‘beat’ todos se convierten en un asentimiento constante: sus cabezas van de arriba a bajo al son de la instrumental.

No hay micrófonos ni nada por el estilo: solo un pequeño parlante que reproduce pistas de Verse (DJ de FMS España); el público son los mismos participantes y algunas señoras de la tercera edad que cuando ven el humo de la ‘mari’ reniegan con sus cabezas.

Algunas de ellas susurran que las anteriores generaciones no eran así. Luego de ver pocos segundos la escena de rap continúan con su camino.

Es una de las primeras veces que el parque de la Martha de Roldós se convirtió en uno de estos escenarios. Por lo general, el punto de reunión es en el parque de la Kennedy.

Esta competición, la cual no tuvo costo de inscripción, fue realizada porque el ganador le daba un cupo a la Internacional de Freestyle World que se realizará el 25 de marzo en Guayaquil, donde estará el artista Eladio Carrión.

“Nos gusta saber que tenemos un lugar donde la gran mayoría viene a descargarse de lo pesada de la semana, podemos ser nosotros mismos y liberarnos a través del arte de rimar sobre una pista”, comentó el ‘freestyler’ Apprenti, quien lleva cuatro años en esta cultura y también es ‘host’.

Batallas de rap

Al mejor estilo de Argentina, como en los tiempos de El Quinto Escalón, todos los raperos intentan agolparse alrededor de la batalla para darle un tono más agresivo.

Cada que alguno de ellos termina una rima, mira a su contrincante como un tigre mira a un ciervo.

Pero luego de varios minutos de evento, mientras cuatro ‘freestylers’ compiten, el resto está a la expectativa.

“Estar aquí es increíble y ojalá podamos hacer de esto algo que la gente no estigmatice ni nos miren raro”, expresó el rapero Luga.

Mientras tanto, otros ‘freestylers’ se alejan de la turba y empiezan a pasar de a uno en uno un porro al que le dan un par de caladas.

Con los ojos rojos, algunos llegan al quiosco y aseguran que esto lo hacen porque les ayuda con la imaginación.

Al final de la tarde, el ganador de esta competición fue MC Lesco, quien cuando levantaron su mano cayó tendido al piso como soldado alcanzado por una bala perdida. “Seguiré luchando por mis sueños y trabajando por lo que amo”, concluyó el rapero.